<$BlogRSDURL$>

Sentimientos, reflexiones, historias y opiniones del viaje que es la vida.

agosto 04, 2006

Farewell 

Guatemala, 27.07.06 Jirafa brutal

Creo que fue San Pablo quien escribió: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. Pero a veces enfrentarse con la verdad es como un choque: brutal. Golpea, duele. Pero es la única forma de seguir adelante.

¿Por qué se enamora una de X persona? ¿Qué nos hace amar a este y no a aquel, si aquel es tan buen hombre? ¿Qué es el amor?

Del enamoramiento, ya he leído teorías psicobioquímicas y genéticas que intentan explicar por qué nos sentimos atraídos hacia alguien: la simetría del rostro, la coordinación y gracia de sus movimientos, el compartir valores, gustos, cosmovisiones… Un hombre que se vea fuerte y masculino pondrá en alerta nuestras áreas más primitivas indicándonos que es un buen macho para copular y tener hijos sanos. Habrá algunos románticos desesperanzados que proclamen a los cuatro vientos que el amor es una invención social, cultural, para sublimar el simple hecho de unirse para perpetuar la especie.

Y cada persona es un mundo. Es un conjunto de peculiaridades y circunstancias individuales las que nos hacen ser lo que somos, y en base a ellas, elegir lo que elegimos; incluso a nuestras parejas.

Esto es quizá lo más honesto que te he escrito, Juan Pablo. Que me he escrito. Llevo semanas rumiándolo de una hora a otra, de una noche a otra y no me animaba a escribirlo. Lo escribo con la esperanza de que algún día lo leas. Mejor si frente a mí. Habría preferido poder hablar contigo de todo esto. Sin embargo, ya ves, quedamos peleados, sentidos, ofendidos: tú por tu lado y yo por el mío. Te cambiaste de casa, así que ya no te puedo escribir a la dirección que tenía. Si te envío esto a casa de tus padres, dudo que te lo entreguen y lo llegues a leer. Y con las toneladas cúbicas de agua salada que nos separan es poco probable encontrarte uno de estos días al doblar la esquina y decirte: “¡Qué bueno verte de nuevo! Perdonémonos ya!! ¿Vamos a tomar un café y ponernos al día?”. Así que escribo con la esperanza de que la información, de alguna forma que desconozco, llegue a ti. Con la esperanza (sí, búrlate si quieres y llámala como quieras: un poco arcaica, tercermundista, mágico-religiosa), de que la información llegue a ti por canales no físicos, espirituales… Por medio de tu ángel de la guarda, quizás! O en un sueño.

Primero:
Tengo mucho que agradecerte. Además de lo compartido, de tu tiempo, de tu esfuerzo (económico, adaptativo), de lo que me enseñaste en información cultural y científica, de lo que me mostraste de ti, de tu familia, de tu país, agradezco más aún todo lo que he ido aprendiendo y descubriendo gracias a ti. Sin ti, todo este proceso de crecimiento, no habría sido posible. Ha sido duro, no lo niego. Con todo lo que he llorado podría haber hecho un río, es verdad. Pero ahora creo que soy mejor ser humano que antes de conocerte. En todo sentido. Y me gusto. Eso es muy bueno. Me gusto. Sí podría ser mi mejor amiga. Sí me elegiría como amiga. Por supuesto, no soy perfecta. Pero tengo ganas de seguir aprendiendo, creciendo y amando. Lamento que no hayas visto esta parte de mí. También (por increíble que parezca) has contribuido a que, a pesar de que soy en el fondo una escéptica que quiere creer, y de mis dudas razonables, mi fe en Dios se fortalezca.

Segundo:
Me alegra haber leído en tu blog que estás bien, que todo te esté yendo bien. Mentiría si te digo que no me da algo de celos, mezclados con cólera (¡El ego!) saber que amas a otra, que vives con otra, que duermes con otra (¿qué? ¿ella si aceptó el sexo “nivel 2”, como recién me enteré le dicen en Guate’ al sexo anal?), que me dejaste por alguien en quien yo confié y que me sentí utilizada, traicionada y defraudada al saber la noticia. Pero quizá ella te dio lo que yo no te pude dar. Acepto que no estaba en mi mejor momento y que aunque te amé, no fue suficiente: te di lo que podía dar, pero no era el mejor momento para una relación de pareja. Y tampoco tuve la ayuda psicoterapéutica adecuada, para ser honesta... Me sentí peor después de ir con la que ahora es tu esposa, que antes de ir con ella!!

Tercero:
Quiero saber qué fue lo que hice para que perdieras la confianza en mí. Esa es una espinita de duda que estoy tratando de desenterrarme del corazón… ¿Por qué no me tuviste fe? ¿Por qué no creíste en mí ni en el amor que te di? ¿Qué fue lo que sucedió para que dejaras de confiar en mí de la noche a la mañana? Yo no sé, ahora sólo puedo especular. Pero fue muy sintomático que regresándome yo de BCN, María José (como asumo que hizo) se ofreciera (o tú la buscaras) para orientarte, apoyarte y ¿consolarte?... Y luego, de repente, ya no confías en mí, ¡¡Cuando me decías todo lo contrario allá!! No logro comprenderlo. Y como no sé si algún día obtendré la respuesta de tu boca, prefiero sacarme esa espinita que me hace daño. No vale la pena, después de 3 años, seguir dándole vueltas a lo mismo…

Cuarto:
Hay algo que aún no logro comprender de ti. Algo que me desconcierta y que en su momento, me hizo sentir muy mal, muy sola. Si eres tan sensible, si lloras ante obras de teatro, películas, algunos libros… ¿Por qué no fuiste empático conmigo cuando murió mi Bernita? ¿No te diste cuenta de que, además de quererla mucho, por ser un ente único en todo el universo, por ser tan cariñosa y juguetona, con ella se iban muchos recuerdos? Mi Bernita sufrió junto a nosotros la muerte de mi papá y de mi abuelita: dejó de jugar y mover la cola, casi no comía. Berni me acompañó durante mis años de universidad, desde el primer año de medicina, me hacía reír hasta sacarme las lágrimas, me distraía de pensamientos tristes… ¿No pudiste ver eso? Para ti era sólo un perro, y recuerdo que me dijiste que no me comprendías. Me decías algunas palabras de consuelo, pero tu lenguaje gestual y tu mirada indicaban vacío e incomprensión. ¿Cómo entonces, lloras por la historia (ficticia la mayoría de veces) de un libro? No, no lo entiendo. Tampoco fuiste muy empático conmigo con mis DNV’s (que lo eran) de migrante recién llegada. Hay literatura de ese tema, y es normal que una se deprima al dejar su país. Aún cuando ame mucho a su pareja. Para ti, si estaba triste, era porque no te quería lo suficiente… Según tú, tu mamá y a saber quiénes más. Ojala algún día te des cuenta de tu error… Talvez te encuentres por allí con algún libro que te haga abrir los ojos. Aunque no creo: los ensayos (menos de ciencias sociales o de psicología social) no son el tipo de libros que tú sueles comprar. A mí los ensayos me gustan mucho. Además de las novelas y la poesía.

*************
Vi tu blog una sola vez y no volveré a leerlo. Me hizo daño. Es absurdo, pero yo conservaba la esperanza de que estabas soltero, de que las palabras de María José eran tan sólo una estrategia para que no pensara en ti, y que algún día recapacitarías y me buscarías. Sí, es absurdo… Pero cuando algo duele mucho, uno de los mecanismos de afrontamiento de las etapas del duelo, es la negación.

Mi papá y tú han sido los duelos que más me ha costado elaborar. Mi abuelita me costó, pero siendo una persona anciana y con cáncer, el dolor se puede manejar mejor. Contigo fue diferente: las circunstancias de la ruptura, mis circunstancias personales en ese momento, la distancia, todo ello empeoró las cosas. Tú no tienes idea de cuánto he sufrido, de cómo me ha costado encontrar y armar los pedazos de mi corazón, que salieron dispersos por todos lados después de tu adiós. Algunos cayeron en el cielo, otros en la tierra y otros en el infierno. Estoy segura, sin ánimo de hacer drama por ello, de que he sufrido microinfartos y tengo daño en el miocardio por el dolor de tu pérdida. Y dadas las circunstancias, lo mejor para mí es que te maneje como una pérdida equiparada a la muerte. No puedo seguir esperando nada más.

En la revista Cosmopolitan, he leído que es la mujer la que elige al hombre. O sea, que una le puede resultar atractiva a uno o varios chicos, pero que si una no da el visto bueno, no da el “permiso de abordaje” de allí no pasan las cosas. El psicólogo también me lo decía. Excepto (siempre hay excepciones a la regla), si una no es responsable de su vida. En ese caso, una es seducida por un hombre, aunque no esté enamorada de él, y termina hasta casándose con él. Otra excepción, en la que la mujer a pesar de no dar señales de “ven acá, guapo”, es abordada por el chico, es en el caso de chicos con poca inteligencia emocional: chicos que no se enteran de que la chica que les gusta no les pasa bolita, pero ellos insisten, e insisten, e insisten. Un amigo divorciado me dijo una vez que a veces el hombre insiste tanto que la mujer termina accediendo, pero no porque se haya enamorado, sino de cansancio o de costumbre. Y eso no es amor. Eso le sucedió ayer.

También leí (en Cosmo) que si en los primeros 15 minutos de conocer a alguien, no hay atracción, es difícil que esta surja después. La primera vez que me enviaste una foto, he de ser sincera, no me gustaste. Cuando te conocí en el 2001, cuando viniste con la compañía de teatro (ahora extinta, supongo) “P’alante”, no me llamaste la atención. Recuerdo que mi mamá me preguntó cómo eras y yo le dije: “normal”. Cuando te conoció, ella me dijo: “Hija, no es “normal”, si el Juan Pablo está guapo!! ¡y usted diciendo que no!”. Me costó tres años reconocer esa circunstancia!

También es cierto que lo que me atrajo inicialmente de ti fue lo que me permitiste conocer a través de tus correos. Y te idealicé. Así como tú (me dijiste), me idealizaste. Yo quería colocarte todos los atributos que andaba buscando en un chico. Y la verdad, me gustaba estar contigo, platicar contigo, vivir contigo. Cuando salimos a bailar y me diste el primer beso, allí empezó todo: fue cuando se traspasaron a ti todos mis ideales románticos: lo reconozco, yo era una niña caprichosa. Y además, era muy romántica. No es malo ser romántico. Lo malo es ser muy romántico, porque se pierde contacto con la realidad de la persona que amamos.

Por la baja autoestima que tenía, el hecho de que un chico (triste pensamiento tercermundista, del cual, gracias a Dios me he despojado: “¡Y es español, y muy culto!! WOW!”) quisiera salir conmigo, me escribiera tan bonito, me viniera a visitar, elevaba mi autoestima. El mayor error que un ser humano puede cometer es no conocerse, no amarse y no valorarse por lo que se es. Entonces, buscamos que sean los otros quienes nos den la valoración como seres humanos únicos que, por derecho, todos tenemos desde el nacimiento, independientemente de las circunstancias. Es sólo cuestión de darse cuenta y ejercer ese derecho.

Cuando te fui a visitar en marzo y encontré tus cómics de… ¿Cómo se llaman? “El Víbora”!, sí, esos y otras cosillas más por allí, me decepcioné porque me di cuenta de que no llenabas mi ideal romántico. Sí, eras sensible, amabas leer, te encantaba el arte (coincidíamos en muchas cosas… Tapiés por ejemplo), te gustaba bailar, eras cariñoso y optimista pero… ¿y esos cómics? ¿Acaso no somos lo que elegimos? ¿No somos lo que comemos, lo que vestimos, lo que leemos, lo que vemos en tv, lo que escuchamos? Todos tenemos un lado oscuro, eso es una verdad innegable. El tuyo, me asustó. Al final, viéndolo desapasionadamente, quizá no era tan malo, pero siendo yo una niña ingenua (y es que yo lo era!), me asustó. Eso y el gusto por el alcohol. No, y aclaro: NO eras un borracho, no, para nada. Pero cuando te juntabas con los del teatro, sí que bebían mucho!! Y tus amigos de San Sebastián comentaron que bebías exageradamente… Cuando descubrí eso de ti, me dio ternura. ¿Por qué bebías tanto en esa época? ¿Qué dolor estabas tratando de olvidar? Amé eso de ti.

Al darme cuenta de tus cómics, algo dentro de mí me hizo pensar que lo mejor era terminar allí las cosas. Y te lo dije, recuerdas? Tú te reíste, me dijiste que no tenía nada de malo, me abrazaste cariñoso y desoí mi intuición. Además, si terminaba contigo, de nuevo la soledad…


¿Sabes cuándo te empecé a amar? ¡¡Cuándo viniste en septiembre del 2002 y fuimos a la Antigua!! En ese momento te empecé a amar. Y te intentaba comprender, y te amé en tu luz y en tu oscuridad (en lo que me permitiste conocer). Por eso acepté irme contigo a la pura brava, sin nada concreto en la universidad, sin visa de estudiante, sin trabajo: porque te amaba y no quería perderte. Tú me pusiste un ultimátum: “no puedo seguir contigo a la distancia: o te vienes o lo dejamos”. Así que, en contra de lo que mi intuición me decía (gritaba “no te vayas!”), y de nuevo, por inseguridad (“mi mamá quiere que me quede porque es una egoísta: no le voy a dar gusto, yo me voy!!”), en octubre del 2002, el 21 ó 22, no recuero bien, me embarqué en el vuelo de Iberia llena de ilusiones, sueños, esperanzas y amor.

Estar lejos de mis costumbres, de mi familia, de mis amigos, fue más difícil de lo que yo había imaginado. Luego, las esperanzas de continuar inmediatamente con mis estudios, se vinieron al piso: sin visa de estudiante, nada se podía hacer. Como tú ya habías pedido mi mano, decidimos que lo más lógico era apresurar la boda para poder legalizar mi situación allá. Es cierto que fui yo quien decidió irse, pero dejé mucho para estar contigo, porque te he amado profundamente, Juan Pablo. Por eso me dolía tanto que pusieras a tus amigos antes que a mí, o al menos, no me pusieras al mismo nivel que a ellos. Por eso me dolían tus comentarios de que yo no conocía tal o cual grupo por ser tercermundista o de que yo era una pija sólo por querer poner coqueta la casa. ¡Soy mujer! ¿Qué esperabas? Me gustaría saber qué le dirás a María José si te dice que compren tan o cual cosa… ¡Pero qué vas a decir! Si después de que no te interesaba nada material, tienes teléfono móvil creo que con cámara e Internet, laptop y quizá hasta coche… Como cambian las cosas, no? No que no eras consumista? Qué pasó con el frugal estoico que repudiaba todo eso y prefería los libros usados? No los coches contaminan mucho el ambiente y tú no querías contribuir a la polución? O de verdad te mercaste una motocicleta?

Quiero tener ese poder. Ya lo he visto en tres ocasiones muy cercanas: con mi hermano, contigo y con Maurice. Hablaron tanto y terminaron haciendo (influenciados por sus mujeres) lo que me habían jurado, jamás harían… ¿Cómo le hacen ellas? ¡Quiero conocer el secreto…! ¡Tengo derecho! O quizás eso que ustedes han dicho no es realmente lo que piensan y sienten, y por eso se acomodan tan fácil a las “sugerencias” de sus mujeres.

Dicen que no se puede pero es mentira: SÍ se pueden cambiar algunas cosas en los hombres. Son más manipulables que nosotras. Talvez no todo, no se va a “componer” a un alcohólico o a un drogadicto, pero en temas más sencillos, como casa, ropa, estilo, sí que se los puede cambiar, ¡¡y mucho!! Yo lo he visto!! Una compañera del trabajo, claro que después de casi 10 años, pero lo logró: logró que su esposo, militar de carrera, se retirara del ejército y dejara de usar armas!! ¡¡Sí se puede!! Sólo hay que conocer cuál es la mejor forma de manipularlos… con alguno será siendo melosa, con otro, siendo estricta, con otro, siendo racional… ¿Es válido eso o es una forma de manipular a los otros e ir sembrando el futuro parásito que asfixiará al amor? ¿No son el respeto y la aceptación dos requisitos sine qua non para que florezca y viva el amor? (entre otros). Para la boda del Ale y Meredith, un amigo de ellos, cantó una canción vasca que habla acerca de cómo queremos poseer y coartar la libertad de lo que amamos, sin darnos cuenta de que en el proceso, lo matamos. Era de un pájaro que es enjaulado y muere. Talvez yo nunca logre desarrollar ese poder de manipulación y persuasión. Pero no me gustaría que mi pareja empezara a querer cambiarme (no te cortés el cabello, no te vistás así… etc). Quiero que se me ame y respete tal cual soy, pues yo estoy dispuesta a hacer lo mismo. Eso sí, con vergüenza acepto que contigo fallé: yo quería cambiarte. Algunas cosillas! Además de que mi estrategia fue incorrecta, ¿Con qué derecho habría que querer cambiarte, si tú eras feliz así? Talvez los seres humanos ya traemos el gen de querer cambiar a los otros, y hacerlos a nuestro modo, porque creemos ¡Cómo no! Que nuestra forma de ser ES la correcta, y que si todos actuaran como nosotros, el mundo iría mejor… ¡Ah! El ego… ¿Quiero tener ese poder? ¿Acaso no es mejor ser capaz de amar y dejar ser al otro?

He aprendido a amar a los seres tal como son gracias a:
- Mi perro Coper: alfombra peluda apestosa, malcriada (se orina por todos lados!) y llena de enfermedades. Lo quiero tal como es. Me gustaría que fuera menos sucio, pero ni modo, qué le vamos a hacer! Es un perro anciano y a estas alturas, y además sintiéndose amenazado por el Canelo que vive en el jardín, no lo vamos a adiestrar…
- Mi sobrino Andrés. . Lo quiero muchísimo a pesar de que algunos de sus comportamientos me sacan canas verdes. Si se quiere amar desinteresadamente, y respetando la libertad individual del otro ser, los niños y los perros son lo mejor que nos puede pasar!!
- Mis compañeras de trabajo: he aprendido de ellas a conocerlas, aceptarlas y quererlas tal cual son. Ha sido una experiencia enriquecedora.

En resumidas cuentas: no me sentí atraída por ti al conocerte. Fue más una atracción… intelectual (por lo que nos medio conocíamos de Internet) por llamarla de alguna forma. No me enamoré a lo loco, no te idealicé después de conocerte “en vivo y a todo color”, no fue un amor a primera vista. Luego, al conocerte más te fui amando, sin idealismos, con lo bueno y lo malo. Allí es donde diferimos, pues lo último que me dijiste fue que nunca me habías amado, que para ti todo había sido una ilusión y que ya no confiabas en mí. Yo sí te amé y te he amado muchísimo, tú no tienes idea. Claro, con las circunstancias atenuantes de los DNV allá y todo ese drama, por momentos a un observador externo le podría haber parecido que no te amaba. Las cosas no son siempre lo que parecen.

No sé si de haberte conocido desde el principio en cuerpo y alma me habría sentido atraída por ti. Nunca lo sabré. Lo único que sé es que tu pérdida me ha hecho vivir un duelo muy profundo, que el no haberlo hablado frente a frente empeoró las cosas, que todo ese dolor me ha hecho crecer. He leído varios libros (de autoayuda algunos, de psicología y psiquiatría otros) para poder comprender lo que sucedió. Aún no lo comprendo del todo. Hay muchos cabos sueltos. Y ya no intento comprenderlo todo. Lo que sé es que no soy una víctima. Si ustedes dos después de sapotocientos años de conocerse súbitamente descubrieron que estaban hechos el uno para el otro, pues bien por ustedes. Si la María José me utilizó para poder acercarse a ti y le funcionó, patético pero bien por ella: logró su objetivo. Nada puedo hacer al respecto. Para mí, de aquí en adelante es como si hubieses muerto.

Escribo todo esto siguiendo el consejo de Elisabeth Lukas, psicóloga clínica austríaca quien escribió el libro: “En la tristeza pervive el amor” (Paidós, 2002). Lo escribo para poner por escrito y tirarme a la cara las verdades que no quería ver. Ha sido un proceso duro. Es verdad que me habría gustado estar mejor para poder amarte plenamente, y no llena de miedos, de inseguridades, esperando que fueses tú quien me salvara de mí misma. Si estoy aquí ahora es gracias a Dios y a mi lucha diaria. No, NO ha sido fácil. He tenido recaídas y a veces, en malos momentos, he llegado a pensar que no volveré a enamorarme. Pero tengo fe en que me enamoraré. Sin embargo, ya no espero a nadie que me salve, o me haga sentir valiosa, o me haga sentir mejor. Esa es mi responsabilidad. Busco a alguien a quien amar, que sea capaz de amar. Que camine conmigo: una pareja. Eso es lo que quiero. Si Dios me lo da, qué bien. Si no, pues a hacerle ganas y seguir adelante. Dios sabrá por qué.

Cuando mi papá murió, en el rezo de nueve días que se acostumbra a hacer, había una oración: “El Señor nos lo dio, el Señor nos lo quitó: bendito sea el nombre del Señor”. Lo mismo digo por ti, Juan Pablo. Fue bueno caminar contigo un tramo, lo disfruté a pesar de los malos momentos. También tuvimos muy buenos momentos. La vida está hecha de momentos… Ahora te dejo ir. Y me perdono… me perdono por lo que hice mal, por no haber dado el 100% de mí, por no haber estado en la capacidad de dar lo mejor de mí. Cierto es que contribuí a que las cosas acabaran mal, pero tú también contribuiste… Los dos pusimos nuestro granito de arena. No puedo seguir culpándome y castigándome el resto de la vida por un amor fallido y un corazón remendado. No es bueno para mí, ni para el mundo. Yo te perdono, querido Juan Pablo. Si te dañé y te ocasioné dolor, no fue intencionalmente. Espero que seas capaz de perdonarme por el daño que pude haberte causado.

Por último, para ti, que crees que la muerte es el final y sólo crees en el espíritu humano a través de manifestaciones artísticas, talvez sea difícil comprender esto: a pesar de que has muerto, siembre habrá en mí un espacio para guardar y honrar el amor que vivimos. O al menos, que viví. El amor es más que un sentimiento o una emoción. Es más que un conjunto de descargas bioquímicas en el cerebro. Pertenece al espíritu. Por lo tanto, no conoce de tiempos, espacios, ni límites. Primero Dios conoceré a otro chico, formaré una familia, pero siempre te amaré. Mi papá murió hace 10 años y no he dejado de amarlo, ni a mi abuelita, ni a mi Bernita… Siempre los voy a extrañar, con la esperanza de que algún día nos reencontraremos… Igual sucede contigo. ¿Recuerdas que en varias ocasiones ambos sentimos –y lo expresamos- que nos conocíamos de toda la vida y sentíamos que llevábamos años viviendo juntos? Yo sí lo recuerdo. Si la reencarnación existe, quizás por eso tuvimos esa sensación. Y si existe, aún no hemos terminado nuestra historia, y volveremos a encontrarnos en otra vida… Sólo Dios lo sabe. La muerte no es el final, lo sé y lo siento; pero no puedo asegurar qué sucede después. Y no me interesa especular. Sólo sé, siento y creo que no muere nuestro espíritu al morir el cuerpo.

Hoy estoy llorando mientras escribo estas líneas. Te bendigo y te digo adiós. Te dejo ir y sigo mi camino, libre de culpas, de iras y tristezas. Ya es tiempo de seguir adelante. La vida sigue, es muy corta. Y hay mucha belleza en ella.

Dios nos bendiga a todos y cada uno de los seres que habitamos este mundo. Que seamos capaces de escucharlo y descubrir Su presencia. Que nos conceda un corazón compasivo y capaz de amar, sabiduría, esperanza, fe y alegría. Que nos ayude a ser mejores cada día. Que seamos valientes y tengamos el coraje de buscar la verdad y vivir en ella. Que Dios ilumine nuestro camino y la Virgencita nos acompañe cada día. Que nuestras empresas prosperen y nuestros sueños se realicen. Lo pido en nombre de Jesús, amigo y hermano. Amén. Namaste.
JIRAFA SE DESPIDE
¡NO! No voy a dejar mi blog Jirafa. Simplemente empiezo otra fase. Ya es hora de evolucionar y seguir adelante. En cuanto logre subir una imagen, lo haré pues encontré una jirafita sonriente muy linda!! A partir de ahora mi sitio será "Jirafa reloaded".

junio 19, 2006

Verdad=libertad 

MODIFICADO-18.06.06
Si un chico me atrae físicamente y hay química, necesita 10 Características que son imprescindibles para que me guste, me interese y me enamore (de lo contrario, no pasa de la fase: “está bonito para ver… No me interesa para vivir con él”):
Que sea limpio (que se bañe diariamente, se arregle, tenga las uñas limpias y cortas… mejor si se perfuma!!)
Que sea sano (que cuide su dieta –al menos un poco, o que se deje cuidar!!-, realice actividad física con regularidad, sin vicios: fumar, beber –hablo de alcoholismo-, drogas de otro tipo)
Que sea inteligente (y no sólo que tenga un CI normal-alto o mayor, sino que sea profesional universitario, que se cultive, tenga opiniones propias y utilice su inteligencia emocional)
Que sea sensible (a los animalitos, a la naturaleza, al arte: literatura, música, cine, danza, plástica, arquitectura!!)
Que sea solidario (con el bien común, con el dolor ajeno, que sea altruista y ayude a otros de una u otra forma –no es necesario que sea voluntario en el Congo!)
Que sea de izquierda o centro-izquierda y valore el ser ante el tener (no un peón consumista de derecha…), NO fanático extremista!!
Que sea responsable y trabajador, mejor si ama lo que hace
Que sea curioso y le guste aprender, comprender, estudiar, viajar, conocer al otro, lo diferente… con una visión antropológica e integral de la vida
Que sus valores sean similares a los míos y crea en Dios
Que sea cariñoso y sensual: que le guste cocinar y/o bailar…
Que sea de mi edad o un año mayor que yo… Dos años más pequeño que yo sería lo máximo que aceptaría. Más jóvenes me dan sensación de inseguridad y me recuerdan a Edipo… Si son mayores a mí con una diferencia de 15 años o más, me recuerdan a Electra.


19.06.06 Jirafa sin dudas

Hasta donde yo recuerdo, María José era blanca de cabello castaño claro, tirando a rubia. ¿Será ella la “morenaza” a la que hace referencia? Finalmente lo encontré: sabía que en algún momento encontraría a Juan Pablo en la web. ¿Cómo pude olvidar su querida palabra “palimp”? Hoy, mientras hacía unos resúmenes de la maestría –que todavía están pendientes- no sé cómo ¡Sí, leyendo un manual de hacer resúmenes! Encontré la palabra palimpsesto, me recordé de palimp, busqué en el mágico google y Eureka! Las dudas se resolvieron.

En efecto, Juan Pablo se casó en septiembre del 2005. Además, se cambió de piso y compró un piso en Barcelona recientemente. ¡Quién lo diría! Mmm Si algo he aprendido de él y de Maurice (y de mi hermano) es que no hay que confiar en que no se pueden cambiar algunas cosas en los hombres. Él conmigo, repetía que se casaría porque ni modo, porque sin papeles yo no podía estar allá. Y se casó con una catalana con la que no tenía que casarse por necesidad… Y creo que ya no fuma porque en algún post escribió: pobres los fumadores (por la ley anti-tabaco, imagino). Talvez al final sí era cierto que yo sólo fui una ilusión y nunca me amó…

La verdad a veces es dura, pero es mejor mil veces la verdad antes que la duda o la mentira. Una se autoengaña y se resiste a afrontar lo que hay que afrontar tarde o temprano. Lo he visto con los pacientes. Hay uno –cuadrapléjico desde diciembre- que el jueves me preguntó si volvería a caminar –él insistía en que saldría caminando del hospital-. Le pregunté qué sentía él y me dijo que él sentía que no, que no volvería a caminar, pero que seguía esperando un milagro. Le confirmé sus sospechas. Lloró mucho. Al día siguiente, sin embargo, estaba más tranquilo. Me dijo que se había dado cuenta de que las cosas iban a cambiar, que él tenía que adaptarse a su nueva situación y hacer cambios en su vida para poder seguir adelante. Igual he de hacer yo.

Por cierto, el blog del Juanpi está muy bueno. Es de literatura. De hecho, creo que hasta lo consultaré –no de escribirle, pero de leerlo- de vez en cuando!! Ja, ja, ja. ¡¡Qué ironías las de la vida!!

Podría ponerme en plan trágico y seguirme preguntando por qué la amó a ella y a mí no. Podría escribirle y preguntarle. Podría hacerme la víctima, llorar a mares y reclamarle a Dios –en quien creo- por qué la vida ha sido tan dura conmigo y a él, que no cree en su existencia, le va de perlas. Talvez porque él no se encerró en el pasado ni se paralizó de miedo por el futuro. Talvez porque él cree en él y yo nunca he creído en mí ni en mis capacidades. Me falta desarrollar mi autoestima. No lloré. Lo que sentí al ir descubriendo que ese blog sí era de él, fue una sensación opresiva en el estómago… que ascendió hasta la tráquea. Luego, me dio diarrea. Mi sistema digestivo es muy sensible a las emociones. Cuando mi papá fue asesinado, me puse muy mal de la panza. Pasé horas en el baño…

Como sea, este es su blog:
http://lepisma.liblit.com/?p=327 Y allí está él, más gordito. Está en la última foto, con otro señor. Y creo que la de sweater morado es la María José. Bueno, ya es tiempo de que haya diarrea mental de algunas cosas. Por mi bien, ya es tiempo de dejarlos fuera. Allá ellos con su felicidad. Que la disfruten. Y en el fondo, aunque una parte de mí se molesta y cuestiona lo injusta que es la Vida, lo “malo” que es Dios, otra parte se alegra de que él sea feliz y esté bien. Al parecer su blog es uno de los mejores blogs literarios que hay en España. Y le está yendo bien con su empresa. Bueno, yo siempre lo he dicho: él sabe muchísimo. Me preguntaba, cuando estaba allá: ¿para qué lee tanto, tantísimo? ¿De qué sirve si no pasa de medio hacer teatro con esos amigotes negativos? Quizá él nunca lo reconozca, pero yo le ayudé a ser lo que es: gracias a mí, él se alejó de sus amigos nefastos, al parecer dejó el teatro –no lo menciona casi nada, en lo poco que leí- y se dedicó más al trabajo y a su blog. Bien por él. Capítulo cerrado. C’est fini!!
__________________________________________________________________________________

Y ahora, a lo más importante: ¿Qué voy a decidir?
El miedo, el miedo que siempre me ha desbaratado todo me dice que mejor siga en la residencia. Que es lo más seguro. Que termine y después veré qué hago… ¡Pero ya sería especialista! Y al menos habré tenido 4 años de trabajo seguro! Y entonces, tendré tiempo de escribir…

Estoy confundida. Me gusta ayudar a las personas con la medicina. Me gusta escucharlas. Me gusta investigar. No puedo hacerlo todo. Me gusta escribir y nunca le he dedicado tiempo, ni cuando lo tuve en BCN. Siempre he encontrado excusas para no hacerlo ¿Y por qué? Por miedo a la crítica. Por no gustar y no ser leída.

Pero hay que ser realistas: necesito trabajar. Ahora: ¿Es necesario que termine la tesis? Sí. No hay que mal acostumbrarse a dejar las cosas a medias. ¿Es necesario ir a BCN? No. Seamos honestas: gran parte de la motivación por ir justo a BCN era mi ex. Ahora que conozco la verdad, la motivación desaparece. A mi amiguito Jor, lo podré visitar cuando quiera, Primero Dios. Aunque sí, sería más bonito para mí estar en BCN porque allí vive mi amigo y ya medio la conozco. Sería más fácil para mí. No es lo mismo llegar a una ciudad totalmente desconocida que llegar a una que ya se medio conoce. Considero que sería mejor que:
Postulara por una beca en psicología médica
Entrara a la residencia de psiquiatría si a no es posible (o viceversa)
En última instancia, que estudiara psicología
Y paralelamente, dedicarme a escribir. Puedo hacerlo. Sé que puedo hacerlo. Bien. Ahora lo que me queda es averiguar si en la misma institución, me permiten trasladarme a Psiquiatría (para iniciarla el otro año). Si eso no es posible, mejor me dedico en cuerpo y alma a postular por la beca. Ya tengo el lugar. Y por supuesto, me dedico a escribir. Pero ya en serio a escribir, como proyecto de vida. En ese caso aceptaría la propuesta de mi amiga, de irme a Sumpango a atender la clínica por las mañanas. La idea de trabajar en nutrición emocional me gusta mucho. Y en ello voy a hacer la tesis y el proyecto, Primero Dios. La cosa, lo importante, es hacer lo que haga con amor y pasión. Sólo eso.

Ya hace días sentía la necesidad de abrir otro capítulo en este blog. De modificarlo. Y creo que ya va llegando el momento. La Biblia siempre ha sido criticada por sus detractores de ser una colección de mentiras. A mí me parece que es una recopilación de hitos épicos del pueblo judío. Tiene algo de leyenda, algo de historia, algo de verdad, y mucha sabiduría. Yo no he leído la Biblia de pasta a pasta. He leído algunos libros, y no todos completamente. Que toda sea palabra de Dios, no lo creo. Pero sí sé y siento que igual, si se lee con el corazón y los ojos bien abiertos, puede ser de ayuda e inspiración para algunas personas. Por ejemplo, el Eclesiastés dice muchas verdades. Ya para este momento se me olvidó por qué mencioné la Biblia, pero era por lo de abrir otro capítulo de este blog y modificarlo. Si me recuerdo antes de subirlo al sitio, lo agrego. Que Dios me de sabiduría y Fuerza para poder mirar con los ojos del corazón, valor y coraje, energía y persistencia para lograr mis sueños. Que Dios me ayude a superar lo que me ata, a confiar en mí. Que me permita seguir soñando y me ayude a ser libre. Y a volar. El cielo no es el límite. Es el temor. El pájaro rompe el huevo… para poder ser libre hay que romper un mundo, decía Herman Hesse. Namaste.

PD: Me recordé!! "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". Lo dice la Biblia en alguna parte.



junio 12, 2006

A medio camino 

12.06.06 Jirafa en medio del camino
Mitad de mes, mitad de año. Cerca del día de San Antonio. Cerca del día de San Juan... Buen momento para decidir.

Primer punto:
Si un chico me atrae físicamente y hay química, necesita 10 Características que son imprescindibles para que me guste, me interese y me enamore (de lo contrario, no pasa de la fase: “está bonito pero no me interesa”):
Que sea limpio (que se bañe diariamente, se arregle, tenga las uñas limpias y cortas… mejor si se perfuma!!)
Que sea sano (que cuide su dieta –al menos un poco, o que se deje cuidar!!-, realice actividad física con regularidad, sin vicios: fumar, beber –hablo de alcoholismo-, drogas de otro tipo)
Que sea inteligente (y no sólo que tenga un CI normal alto o más, sino que sea profesional universitario, que se cultive, tenga opiniones propias y utilice su inteligencia)
Que sea sensible (a los animalitos, a la naturaleza, al arte: literatura, música, cine, danza, plástica, arquitectura!!)
Que sea solidario (con el bien común, con el dolor ajeno, que sea altruista y ayude a otros de una u otra forma –no es necesario que sea voluntario en el Congo!)
Que sea de izquierda o centro-izquierda y valore el ser ante el tener (no un peón consumista de derecha…), NO fanático extremista!!
Que sea responsable y trabajador, mejor si ama lo que hace
Que sea curioso y le guste aprender, comprender, estudiar, viajar, conocer al otro, lo diferente… con una visión antropológica e integral de la vida
Que sus valores sean similares a los míos y crea en Dios
Que sea cariñoso y sensual: que le guste cocinar y/o bailar…
¿¿¿WHERE ARE YOU??

PD: ¡¡Me conformo con 7!!

Segundo punto:

¿A quién trato de engañar? Todavía canciones como “Por qué es tan cruel el amor?”, de mi querido compatriota Ricardo Arjona, o como “Dígale” o “Esta ausencia” de David Bisbal, aún me sacan algunas lágrimas… ¿Qué le voy a hacer? ¡Ya ni pelear con ese sentimiento es bueno! Allí que se esté. Algún día pasará… tengo fe!

¿Por qué es tan cruel el amor? / Ricardo Arjona
No se acaba el amor
sólo con decir adiós
Hay que tener presente
que el estar ausente
no anula el recuerdo
ni compra el olvido
ni nos borra del mapa.

El que tú no estés
no te aparta de mi
Entre menos te tengo
más te recuerdo
aunque quiera olvidarte
Estás en mi mente
y me pregunto mil veces

¿Porqué es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar
Que me prohíbe pensar
que me ata y desata
Y luego de a poco me mata
me bota y levanta
me vuelve a tirar
¿Porqué es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar
Porque aunque tú ya no estés
se mete en mi sangre
Y se va de rincón en rincón
arañándome el alma
Y rasgando el corazón
¿Porqué es tan cruel el amor?

No se acaba el amor
sólo porque no estás
No se puede olvidar
algo así como así
nuestra historia
Sería matar la memoria
y quemar nuestras glorias

¿Porqué es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar…

Artista: David Bisbal
Álbum: Corazón Latino
Canción: Dígale

No ha podido olvidar mi corazón
aquellos ojos tristes
soñadores que yo amé.
La dejé por conquistar una ilusión
y perdí su rastro
y ahora sé que es ella
todo lo que yo buscaba.
Y ahora estoy aquí
buscándola de nuevo y ya no está
se fue.Tal vez usted la ha visto
dígale..que yo siempre la adoré
y que nunca la olvidé
que mi vida es un desierto
y muero yo de sed.
Y dígale también
que sólo junto a ella puedo respirar.
No hay brillo en las estrellas
ya ni el sol me calienta..
y estoy muy solo aquí
no sé a dónde fue
por favor dígale usted.
Fueron tantos los momentos que la amé
que siento sus caricias
y su olor está en mi piel
cada noche la abrazaba junto a mí
la cubría de besos
y entre mil caricias
la llevaba a la locura.
Y ahora estoy aquí
buscándola de nuevo y ya no está
se fue.Tal vez usted la ha visto
dígale...que yo siempre la adoré
y que nunca la olvidé
que mi vida es un desierto
y muero yo de sed.
Dígale también
que sólo junto a ella puedo respirar
no hay brillo en las estrellas
ya ni el sol me calienta...
y estoy muy solo aquí
no sé que donde fue
por favor dígale usted.

Artista: David Bisbal
Álbum: Buleria
Canción: Esta ausencia

Despertar en el frío abismo de tu ausencia
Es rogar por las horas perdidas en mi habitación
Recordar cada lagrima que fue tan nuestra
Me desangra el alma, me desangra el alma
Es andar el sendero que escribimos juntos
Es tocar un silencio profundo en el corazón
Escapar por las brechas de un amor profundo
Es mentir de nuevo por negar tu ausencia
Coro:Esta ausencia tan grande
tan dura, tan honda
Que quiebra en pedazos
Mi razón.
Esta ausencia desnuda
De dudas y sombras
Me clava tu amor
Esta ausencia que duele
En el fondo del alma
Que quema por dentro
Mi sueño y mi calma
Coro 2: Esta ausencia de hielo
De piel, de silencio
Que corta las horas sin piedad
Esta ausencia infinita
De noches y días
No tiene final
Fue tan fácil decir
Que el adiós sanaría
Las espinas clavadas
En tu alma y la mía
Esta ausencia me grita
Que se acaba la vida
Porque no volverás, volverás.
Ya lo ves, tu partida no condujo a nada
Porque nada hace el tiempo a la sombra de mi soledad
Ya lo ves, derrotado y sin hallar la calma
Que daría por verte y olvidarlo todo.(coro)


Tercer punto:
Hace un par de días estuve a punto de comprar un anillo con una nave espacial. ¿El motivo? Muchas veces me siento como extraterrestre! Por ejemplo, el sábado cuando iba a la universidad, había cerca de veterinaria un montón de escritorios viejos, todos destartalados, tirados entre un edificio y otro, y no sé: entre los escritorios, el charco de agua que los reflejaba, los pinos centenarios al fondo me pareció que podría salir una foto muy buena y lamenté no llevar cámara y no saber de fotografía. La fotografía me gusta mucho. Me encantaría poder revelar fotos a blanco y negro. Y tomar fotos (como esa por ejemplo), y retratos.

He visto algunos niños liadísimos (no precisamente por lo físico) para un retrato. La otra vez en el bus, iba una señora con su bebé, jugando. Y me habría encantado tomarles foto. Estaban en su propio mundo. ¡Me encantaron!

Ese mismo día, antes de entrar al edificio, miré a dos perritos SRD (sin raza definida) echaditos, cerca de la puerta de ingreso. No, no eran perritos “corrientes” ¡qué gana de clasificarlo, categorizarlo y discriminarlo todo! Eran perritos bonitos, vaya. Estaba lloviznando y había frío. Era una perrita y un perrito. La hembra estaba tosiendo, ¡Me dio tanta lástima! Me habría gustado poder ayudarla… sacarla de allí, darle un hogar. Pero no puedo hacerme cargo de cuanto niño/gato/perro desvalido y enfermo mire por la calle… ¡Es una lata! Lo comenté con mi amiga Helga y me dijo: “Ay vos! No seas rara!”.

Rara. Extravagante. Original. Loca. Son palabras que he escuchado refiriéndose a mí desde que estaba en la Facultad. Antes me sentía sola y excluida por eso. Ahora no. Me alegra no ser como todo el mundo. Aunque realmente, si una conoce a las personas, las escucha y las comprende, se da cuenta de que el término “todo el mundo” es algo muy subjetivo y generalizador, porque cada persona tiene su propia idiosincrasia y forma de ver la vida. Muchas veces, resulta fascinante. Me encanta observar. A las personas, la naturaleza, la conducta de los animales. Hay un matiz antropológico inherente a mi persona. Y un matiz psicológico. Lo malo con la psicología es que uno termina creyéndose la “normal” y evaluando a medio mundo en base a los parámetros psicológicos con los que se haya identificado más durante su formación. ¿Y quién es una para establecer lo normal? Desde el punto de vista estadístico, más que una curva de normalidad, creo que lo que debería haber es una curva de anormalidad, de la más a la menos patológica, quizá con una media. La más patológica, claro, sería en donde caen las personas que se hacen daño y hacen daño a otros, que se desconectan de la realidad, etc. Los casos extremos, vaya. Ah! Y de repente, no sería una curva normal! Por supuesto, se puede manipular. Ya dice una amiga –que tiene maestría en estadística.- que existen las mentiras y la estadística…

Lástima que tenemos un período de vida tan corto. Mi mayor problema es quererlo todo, y al mismo tiempo. Por ejemplo, me gustaría estudiar: Medicina Interna, Antropología de la Salud o la Nutrición, Nutrición clínica, la maestría en Nutrición que hay en el INSM con énfasis en educación y psicología, Psiquiatría o Psicología, Literatura y Filosofía. TODO. Ah! Y tener tiempo para leer, escribir, asistir a conciertos, como el de Omar y compañía, mirar pelis’ (me encanta ver películas!), aprender a bailar, hacer ejercicio, etc. Hombre! Necesito días de 40 horas o varias vidas!

Y hay que ser realista: el día tiene 24 horas, necesito descansar (además, necesito 8 horas diarias de sueño para poder rendir adecuadamente) y trabajar; de preferencia, ganando decentemente, que me lo merezco!! ¡Vaya predicamento! ¡Y a estas alturas de la vida, que no tengo 20 años! La verdad, doy infinitas gracias a Dios por permitirme explorar mi vocación. No todas las personas tienen esa dicha. Conozco a demasiadas haciendo algo que no les gusta “porque no les queda de otra”, porque tienen que mantener a sus hijos, porque no se dieron cuenta a tiempo, porque no tuvieron el valor de seguir su camino, porque prefirieron cumplir con lo que se esperaba de ellos, porque tenían que “dar la talla” o mantener el status quo. Yo realmente no sé bien si mis decisiones me están encaminando por “mi camino”. Antonio Machado decía que no hay camino, que se hace camino al andar. Sin embargo aunque eso de la predestinación no me gusta porque me da la sensación de ser marioneta del destino, siento que sí hay algo de eso en la vida. Talvez no al 100%. Quizá las capacidades y habilidades con las que nacemos, las oportunidades que se nos presentan y las q buscamos, los sueños que decidimos seguir, los riesgos q decidimos tomar, son los eventos que van haciendo nuestro camino o los que nos guían al mismo.

Que me voy del hospital es un hecho. Quizá soy muy rebelde, muy contestataria. La verdad, eso de bajar la cabeza y aguantar, y quedarme callada ante las injusticias (o de plano, las burradas), ya quedó en el pasado. Quizá cuando recién salí de la facultad podría haber soportado el modus operandi de una residencia. A estas alturas del partido, y pese a q me gusta la Medicina Interna (sí, lo admito: mea culpa… los odiosos internistas!) y sobre todo, la endocrinología/nutrición. Además, es cierto y hay q admitirlo: conforme pasa el tiempo, uno aguanta menos los desvelos y cuesta más reponerse. Me gustaría ser como un amigo, que con 5 horas de sueño amanece fresco y lozano como lechuguita. Yo, no puedo.

Actualmente vivo cansada, con sueño, durmiéndome hasta de pie en cuanto me quedo inactiva, con dolores en la mano derecha (a estas altura no sé si es túnel del carpo o algo autoinmune o –peor aún-, depre’ pues me duele también la izquierda y las articulaciones, peor cuando hay frío). El cansancio no se me quita ni aún cuando duermo bien, ocho horas. Por ejemplo, del sábado al domingo, dormí lo suficiente y nada: llegué al hospital ayer muerta de sueño y cansancio. Tengo que obligarme a hacer lo que hago (trabajos de la maestría). No me dan ganas de nada (excepto de dormir), no he leído, ni he escrito en este blog, ni visto pelis’ (interesantes), hasta ayer. El turno estuvo tranquilo. Súper tranquilo. ¿Cuándo en la pedia’ o la medicina interna vas a ver una película en pleno turno?? ¡Ni en sueños! Así que aunque algunas amigas (las que son especialistas) me echaron porras negativas respecto a mi decisión (“es un trabajo seguro, no lo dejés”, “aguantate, son sólo 4 años”, “el trabajo está difícil, peor para un médico general”, “es una residencia tranquila y al final, tenés el título”, “te indemnizan al terminar”, “igual, a ver si lográs cumplir tus sueños”, “hacele ganas”) y sé que desde cierto punto de vista tienen razón, por mí y por todas las personas en general y las mujeres en particular que no pueden realizar sus sueños, no puedo seguir allí, a pesar de lo tranquilos que puedan ser los turnos. Además la carga académica es pesada y no me gusta nadita. Una de mis compañeras me decía llorando: “si no hubiera quedado esperando y me hubiera tenido que casar, si pudiera pensar en mi, no estaría en esta residencia: Vos que podés, no desperdiciés tu vida… estás soltera, sos pilas, hacé lo que realmente te gusta… Yo, yo tengo que pensar en mis hijos…”. Y así como ella, miles en todo el mundo. Por diversas circunstancias.

He aprendido mucho de los pacientes, de la vida, de las relaciones interpersonales y de mi en este tiempo. Y estoy agradecida por esa oportunidad. Y algo más: creo que voy a empezar a creer de verdad que sí soy “pilas”. Vamos, no puede ser mentira que en todos lados me digan que soy muy capaz, responsable, inteligente, dedicada, intelectual, etc. Y no sea cierto!! En los dos trabajos en donde tuve problemas por decir la verdad no valoraron nada de eso. En los demás, sí. Los pacientes me buscaban bastante y forjé buenas relaciones con ellos, con cariño, respeto y confianza. Además, creían en mí. ¿Por qué no me lo creo? ¿Por qué no valoro mis capacidades? Ya va siendo tiempo de creer, de realmente confiar en mí y en las capacidades que Dios me ha dado. ¿Cómo pretendo escribir y publicar si no me creo capaz de hacerlo bien? Claro, errores seguro cometeré, pero puedo aprender. La ventaja es que estoy consciente de ello y dispuesta a cambiar lo que sea necesario para mejorar.

Ahora, resolviendo problemas prácticos: en qué voy a trabajar? A cuál de tooodas las áreas que me gustan me voy a dedicar? Me gusta trabajar con personas. Me gusta la investigación. Me gusta ser útil y la asistencia. Me gusta compartir lo poco que sé.
Tiene que ser algo que me guste de corazón, que mi intuición me diga: ¡Sí!
Me tiene que dar oportunidad de tener tiempo para leer/investigar/ escribir. Por ejemplo: Necesito ir a La Antigua, a la hemeroteca o archivos del siglo pasado para recolectar los datos que necesito para una de las historias (esto significa que no quiero alguno de esos trabajos de 25 horas diarias!!).
Mejor si es algo estable, q no tenga q estar en zozobra cada mes o cada cierto número de meses.
Si no me dan IGSS, pues estoy dispuesta a ver si puedo pagarlo por mi cuenta; hay q pensar en el futuro… y además de un seguro, la pensión del IGSS en algo ayuda.

Posibilidades:
Animarme a poner una clínica para ver pacientes diabéticos y nutrición de adultos (inicialmente compartida) y trabajar con los productos Omnilife (si funcionan: seré mi conejillo de Indias).
Buscar trabajo en una ONG como asesora de proyectos o en otro puesto para adquirir experiencia, pero no en atención primaria.
Insistir, esperar, buscar en el INCAP.
Insistir, esperar, buscar en la Universidad, como docente.
Irme a Timboctú. Para ello necesito haberme graduado de la maestría.
Plan D: meterme a una residencia (¿Otra vez???). Plan desesperado. Sería medicina interna o psiquiatría. Una de esas. Incluso, me iría a Cuilapa o a Xela para la Medicina, aunque creo que allí se aprende menos (de intensivo y rollos raros), pero quizá es más tranquilo que el San Juan (al Roosevelt no regreso ni loca, y al IGSS, por haber renunciado, no tengo derecho de regresar durante 3 años…).
Irme a la montaña en plan hippie/ermitaña. Volverme una chamana. ¿Existen las chamanas o es un término exclusivo para los hombres? Curandera, pues! Eso sí, con conexión a Internet!! Vital.
Buscar trabajo en algo que NO sea ni docencia, ni medicina, ni nutrición clínica/ pública.
Huída total: volverme hermana de alguna orden religiosa o monja (me echarían por alegona...).


Y bueno, eso es lo que hay. Que mi nariz me guíe y la Fuerza me acompañe. Que el miedo no me ate. Sam, el tucán de Kellog’s decía: “Sigue tu nariz, y serás feliz”. Talvez no sea fácil y haya obstáculos –que sirven para aprender- en el camino. Pero talvez es parte del darle sentido a nuestra vida. Eso y amar. Namaste.



PD: Mi amiguita Sussanne, que estudia una Maestría en Nutrición en Chile, tiene un álbum de fotos en donde hay fotos preciosas de Guatemala. Si las quieren ver, esta es la dirección: http://spaces.msn.com/sussanner/ Y mi sueño de ir a estudiar fuera del país, aún vive…

mayo 22, 2006

Un invierno decisivamente mojado 

22.05.06 Jirafa decisiva

Recuerdo que cuando era pequeña había un anuncio de galletas “Riviana Pozuelo” en donde la leyenda decía: “El sabor del hogar, es compartir el sabor familiar…” Lo pasaban en la tele. No, nada que ver. No sé por qué estoy diciendo esto. Bueno, sí sé pero igual no me voy a poner a explicarlo. Habría que haber visto el anuncio para entenderlo.

Por estos días cumplo 3 años de haber retornado de BCN. Por cierto, ¡¡¡El Barça ganó la Liga y la Champions!!! ¡¡EEEEHHHH!! No es que yo sea futbolera 100%, pero es que desde tiempos inmemoriales (mucho antes de ir a España) he sentido cariño por el Barça y no sé ni por qué; no soy de las que ve fútbol, ni siquiera vi el partido final contra el Arsenal. Simplemente me alegra que haya ganado.

Como el uniforme de turno es tan flojo (y cómodo), ya en dos fines de semana me he quedado sin sujetador (brassiere, sostén). Es muy cómodo, la verdad!! Ayer domingo tuve turno. Y todo iba bien hasta que hoy en la mañana descubrí que tampoco llevé sujetador para hoy. No es lo mismo estar de turno (que son tan tranquilos) sin salir mucho y con el uniforme encubridor, a estar sin sujetador hoy lunes todo el día. Sí, es cómodo. Pero creo que de hacerlo a diario, la gravedad terminaría haciendo estragos. Y tampoco es que tenga tanto, pero igual! Y lo peor: descubrí que los brassieres son muy importantes para proteger a los pezones. Son demasiado sensibles ante cualquier roce. No, no se piense mal: no hablo sólo de excitación, hablo de que son sensibles y punto. Me sentía incómoda, la verdad. Menos mal con la bata no se me notaba. Y luego, como llovió, con la chaqueta gruesa no se me notaba nada.

Ya desde el sábado 20 ha estado nublado todo el día, con lluvias leves en las mañanas y tormentas por las tardes y noches. Invierno en pleno. Ya se cayeron tres puentes y un tramo carretero de la Interamericana por las lluvias. Y apenas estamos empezando el invierno!! Aún están sin reconstruir muchas aldeas indígenas de Sololá, Totonicapán, San Marcos (afectadas el año pasado por el huracán Stan). Sólo se dedicaron a reconstruir bien las carreteras de la costa sur que llega a las fincas y al puerto. No sé cómo nos va a ir este año con más de 23 huracanes ya pronosticados… Me preocupa pues si sigue habiendo desastres naturales en las áreas más vulnerables (generalmente áreas pobres, indígenas, sin servicios básicos, con altos niveles de analfabetismo), habrá más pobreza, más migración (hacia la ciudad y hacia Estados Unidos, a pesar del muro y las leyes).

Ricardo Arjona es un cantautor guatemalteco que ha tenido mucho éxito en América Latina. En su último álbum escribió una canción dedicada a los inmigrantes, que interpreta con el grupo mexicano de música norteña llamado: “los tigres del norte”. Los inmigrantes que se van a Estados Unidos son los “mojados” porque tienen que atravesar muchos ríos (como el Río Grande) para llegar a la frontera. Yo no le había puesto mucha atención a la letra, ni había visto el vídeo. Y no lo había hecho porque sabría que me dolería. Sin embargo, el sábado en la maestría llevaron el vídeo. Está filmado en medio del desierto que separa México del sur de USA. Cerca del muro de lámina de zinc que divide la frontera. Muro decorado en muchos sitios con ataúdes pintados, algunos con la palabra “muerte” escrita en la tapa. Y muchas cruces blancas grabadas con un simple “desconocido”, diseminadas a lo largo de la frontera. Y en otros sitios, zapatos tenis (deportivos), colgados del ominoso muro. Zapatos que fueron de soñadores que caminaron por allí con la esperanza de un mejor futuro para ellos y sus hijos, pero nunca llegaron “al otro lado”. Lloré mucho intentando que nadie me viera, porque se habrían burlado. No es fácil vivir en otro país y dejar las raíces. Y es más difícil aún, si se es ilegal.

Canción: Mojado
Album: Adentro
Artista: Ricardo Arjona y Tigres del Norte (corrido)

Empacó un par de camisas, un sombrero,
Su vocación de aventurero
Seis consejos, siete fotos, mil recuerdos.
Empacó sus ganas de quedarse
Su condición de transformarse
En el hombre que soñó y lo ha logrado.
Dijo adiós con una mueca disfrazada de sonrisa
Y le suplicó a su dios crucificado en la repisa
El resguardo de los suyos
y perduró la frontera como pudo
Si la luna suave se desliza por cualquier cornisa
Sin permiso alguno
porque el mojado precisa
Comprobar con visas que no es de Neptuno?
El mojado tiene ganas de secarse
El mojado está mojado
Por las lágrimas que brotan la nostalgia
El mojado, el indocumentado carga el bulto
Que el legal no cargaría ni obligado
De su precio en un papel lo ha convertido
En fugitivo y no es de aquí porque el nombre
No aparece en los archivos
y es de allá porque se muere
Si la luna suave se desliza por cualquier cornisa
Sin permiso alguno
porque el mojado precisa
Comprobar con visas que no es de Neptuno
Mojado sabe a mentira tu vedad
Sabe a tristeza la ansiedad
De ver un freeway y soñar
Con la vereda que conduce hasta tu casa
Mojado, mojado de tanto llorar
sabiendo que en algún lugar
Le espera un beso haciendo pausa
desde el día en que te marchaste
Si la luna suave se desliza por cualquier cornisa
Sin permiso alguno
porque el mojado precisa
Comprobar con visas que no es de neptuno
Si la visa universal se extiende el día en que nacemos
Y caduca en la muerte,
¿porque te persiguen mojado
Si el cónsul de los cielos ya te dio permiso?


Yo no sé. Yo no entiendo este mundo. Siento que hay tanto dolor. Tanta injusticia. Tanta desigualdad. Siempre ha sido así, de una u otra manera. No es nada nuevo. El hambre, la pobreza, la injusticia, las guerras, las enfermedades, la crueldad, la intolerancia nos han acompañado a lo largo de la historia y la prehistoria. No entiendo porqué los seres humanos somos tan crueles con nosotros mismos y con nuestros semejantes. Talvez alguien considere que esto no vale la pena, que es tonto; talvez pocas personas me comprendan. Pero es que me duele mucho tanto dolor. De verdad siento el dolor ajeno como propio. Y no sólo el de las personas, sino el de los animales y el del planeta como ecosistema. De allí que tenga dos perros adoptados que recogí de la calle. Usualmente eso da a las personas impulso para actuar: se llenan de rabia y actúan en ONG’s o en política; se llenan de inspiración y escriben, pintan, cantan, componen, bailan; se llenan de entrega y se refunden en un pueblecito olvidado de Dios a atender a los más olvidados. A mí me deja paralizada. Simplemente paralizada y llorando. O con ganas de volverme ermitaña y tratar de olvidarme de todo. Lo cual no es de gran ayuda. No, yo no puedo transformar TODO el mundo, estoy consciente. Pero algo se podría hacer... no sólo ser un peón del sistema para producir y consumir, sin pensar, sin sentir.

A veces pienso que aunque es una necesidad biológica la de perpetuarse con los hijos, también es verdad que si una piensa bien las cosas y se da cuenta de que en esta vida y en este mundo lo que predomina es lo negativo, que el dolor jamás se aleja de nosotros, que la alegría se presenta siempre diciendo adiós en cuanto aparece, que si se denuncia la corrupción o la mediocridad lo que se gana son miles de enemigos, que no hemos aprendido a ser más humanos… o más divinos, no lo sé. Pues hasta un favor se les hace a los niños no trayéndolos a este mundo. Veo a las madres de tantos y tantos muertos en todo el mundo y sé que ellas habrían dado cualquier cosa por evitarles el dolor y la muerte a sus hijos, incluso sus propias vidas. Pero por otro lado, cuando tocamos la alegría, cuando el sol entibia la piel y la vida es benigna con nosotros, nos parece un pecado y un egoísmo summa cum lauden no ser padres pues estaríamos vedándoles a otros seres la capacidad de disfrutar lo bella que (sí) también es la vida. Es una paradoja.

…Que me lleva a otro punto. Tendría que volver a enamorarme y amar para poder volver a desear ser madre.

Y a otro punto más: darme cuenta de que, aunque las circunstancias han cambiado y no duele como antes; a pesar de que ya no es mi obsesión, sigo amando a ese hombre riojano que sabrá Dios qué es de su vida. No me importa lo que él piensa/sienta. Me encantaría verlo, hablarle, decirle cuánto lo amo y cuánto he aprendido gracias a él; y cerrar el círculo.

Y por último…
a. Psiquiatría?
b. Seguir en el rollo de Nutrición?
c. Comprometerme socialmente e irme a refundir a alguna aldea en donde se necesite de servicios médicos?
d. Seguir mi nariz, buscar un trabajo “X” de medio tiempo y dedicarme a escribir?

Tengo que decidir. Ya estamos llegando a junio. No quiero seguir en ese hospital. No es lo mío. Y ya va siendo hora de comprometerme de lleno a algo y dedicarle el 100% sin esperar los resultados. Sólo por amor. Dios, ayúdame por favor. Dame valor. Shalom. Namaste.

abril 30, 2006

Amores en la red 

Ya sé qué son consejos de revista, y que quizás no tienen el respaldo de una autoridad en la materia. Pero la experiencia, el vox populi tampoco puede ser descartado sin más. Algún valor y veracidad tienen. Aquí va lo que encontré de los amores por internet: experiencias y consejos.

Amor de Internet

Autor:
Luis Echegaray

Amor de Internet, ¿amor hasta cuando?

El Internet ha globalizado las relaciones humanas, rompiendo los estilos de acercarse a los demás, sobretodo en las grandes ciudades, donde la interacción es ajena y difícil. Señalo aquí una paradoja de nuestros tiempos, mientras hay más personas reunidas en una comunidad, menos gente se conoce entre si.

Habitamos el mundo del contacto, pero desconocemos a todos, los extraños nos producen temor, no may más solidaridad con el hermano, el par, el humano. En la red sin embargo, hacer relaciones con todos es sencillo, y hacer relaciones de amor, también.

Hay como una natural disposición para aceptar el flirteo o desarrollar al seductor o seductora que todos llevamos dentro. El sentimiento se desarrolla con enorme facilidad porque no existe la intrusión del cuerpo, del gesto de la palabra, que muchas veces crean distancia.

El ligue es casi inmediato, hay un reconocimiento de que ambos se son “necesarios” y “complementarios”. El ciberespacio como alternativa de conocer es mejor (si se es honesto). No existen para las personas los temores de ser invadida, presionada, asaltada, estafada, con tanta facilidad como la da el mundo real.

Amor por Internet, ¿amor a una ilusión?

En este espacio virtual abierto a las relaciones humanas cada uno construye la imagen de lo que le gustaría ser y no describe lo que realmente es. Este espejo deformado ayuda para que la pareja potencial, al otro lado de la red, sueñe con haber encontrado algo cercano al ideal de pareja.

Esta situación es engañosa, porque no se puede pasar de la relación virtual a la real sin evidenciar la realidad de cada uno. Allí empieza a desarmarse todo lo construido, aunque no es la norma, es lo más frecuente.

Pero el internet con la facilidad de recibir y enviar e-mails, hablar por chat etc., no sólo se ha convertido en el recurso más fácil para salir de la soledad, sino también en una fuente para acercarse a las personas y desarrollar sentimientos, muy al margen del status marital de cada uno. En esta dinámica el amor, los celos y la infidelidad no pueden estar ausentes.

Historias de amor por Internet

Hace poco, tuve una consulta de una paciente de 29 años, casada y sin hijos. Se encontraba confundida y celosa de la infidelidad de su esposo. La persona en asunto era del ciber espacio, una joven extranjera con quien el mantenía un tórrido romance.

Los sentimientos de ambos eran prácticamente los mismos que encontramos en las relaciones reales. Ella sufría por celos, se sentía frustrada, engañada y al borde la separación. El se sentía profundamente enamorado, y comprendido por la persona más a fin para él.

Otro paciente narró que su amor virtual llego del extranjero, a pesar de estar casada; tuvieron el romance esperado, el paciente dejo a su mujer y se quedo a vivir solo cuando su amor virtual retornó a su país. Otro caso: el amante hizo que la paciente enamorada viajara a otro país, mantuviera una relación que no cuajaba y terminara su relación con visos de tragedia.

Algún tiempo después recibí una consulta de la madre de un muchacho hasta la fecha tímido e introvertido, buen estudiante y muy casero. Nunca había tenido relaciones amorosas y este era su primer año en la universidad.

Había conocido, chateando en Internet, a una persona que cumplía sus anhelos, colmaba sus expectativas y se sentía muy cómodo charlando de todos los temas. Era esta pareja de la misma ciudad por lo que se aventuró en conocerla. Cuando llegó el día de la cita se encontró con que su pareja de Internet era otro joven como él, sólo que mucho mayor. Usaba un nick ambiguo “Reneé del Paraíso”. Después de la sorpresa ambos siguieron hablándose, llegando el más joven a una relación francamente homosexual, que no había previsto antes.

Un tercer caso, me refiere haber sentido una decepción al sentir que su supuesta pareja del ciber espacio, no existía y quien le escribía había creado un personaje para ella, su enamoramiento fue real y su desamor también...

Las aventuras amorosas por internet, se están convirtiendo en una de las maneras más frecuentes de infidelidad. Millones de personas se arrojan a navegar en el espacio virtual cada día para relacionarse con otras, se considera que la mayoría busca en la red nuevas experiencias y sensaciones, excitación al amparo del anonimato, permitiéndoles todo tipo de licencias, desde dar rienda suelta a la fantasía así como ejercer, todo tipo de comportamientos reprimidos o auto reprimidos socialmente.

Este nuevo desinhibidor permite el acceso a ejercitar cualquier tipo de fantasía, básicamente deseos ocultos, perversos o mucho tiempo reprimidos.
Amor en Internet, ¿nueva forma de amor? ¿Estamos frente a una nueva forma de relación que también produce sus efectos de desamor o patología? ¿Se trata de un simple cambio formal en las formas del amor y la atracción?

Si es cierto que estar en la red viviendo sensaciones nuevas y “reales” es satisfactoria, también es una fuente de insatisfacciones y frustraciones que se producen cuando las imposibilidades de llevar al terreno de lo real, lo virtual es la otra cara de la moneda. Al final muchos navegantes quedan literalmente “atrapados en la red” como dice la canción.

Las personas se seguirán enamorando siempre, quizá ahora con más libertad. Enamorarse un joven estando en México de una Andaluza mayor o un Madrileño Maduro enamorarse de una joven de Maracaibo, ya no es una novedad, las personas que se enamoran serán siempre dos desconocidos, dos extraños seducidos a través de la palabra escrita.

Los mails son la versión moderna de los amores por carta que en cuyo impacto son idénticos a los que produjera el amor de Eloisa y Abelardo, o lo que muchos escritores sintieron en sus amores epistolares: Bernard Shaw, Martín Adán, Cortazar y tantos otros.

Habitualmente una relación virtual empieza con conocer en una sala de Chat a un desconocido o desconocida que nos resulta atractivo por alguna palabra, sigue a esto un intercambio de mails, que cada vez se van haciendo más frecuentes.

Al mismo tiempo se mantienen largas conversaciones por el chat. Los escritos se vuelven más personales, largos, íntimos y comprometidos. Casi siempre hay en esas correspondencias referencias a llenar vacíos de la vida real. Uno de los dos da la iniciativa de decir frases cariñosas, las que son correspondidas, con mayor o menor intensidad, sin ningún reparo.

A esto se sucede el intercambio de fotografías, de conocer algunos detalles personales, como los teléfonos. Las llamadas y mensajes se hacen también frecuentes y allí es donde la virtualidad de la relación se termina, para dar inicio a una relación real. Se toma la decisión de conocerse. A menudo la gente viaja de un país a otro, de un estado a otro, de una ciudad a otra, etc.

En los encuentros pueden suceder desencuentros, desencantos o afinidades reales. Después de toda esa comunicación profusa llega la hora de la acción, convirtiéndose esta relación en convencional. La facilidad que ofrece este medio para empatizar es superior incluso a la relación cara a cara, donde el apego de las personas se va desarrollando con inusitada intimidad.

El ser un ser anónimo que potencia sus lados buenos y admirables y oculta sus lados negativos, favorece la intimidad. En una relación real la intimidad se va construyendo más lentamente.

Los mails lo soportan todo; su ventaja con respecto a la carta es infinito, no solo la extraña rapidez del medio sino su ilimitada capacidad de decir cosas, copiar poemas o canciones o relatar las andanzas bajo la lluvia, que no podrían ser hechas ni por teléfono, ni en carta, ni siquiera en el chat mismo.

Lograda la intimidad se dio el primer paso para lograr el sentimiento amoroso de apego. Lo demás va cayendo por su propio peso, la comunicación se va erotizando a partir de escribir abrazo, después el beso y así sucesivamente.

El amor por Internet, esa química de los cuerpos que no están

No existe aquí sino esa química cerebral entre emisor y receptor. El mensaje se erotiza a medida que se encuentra apertura y satisfacción. Es posible realizar toda la gama de fantasías que el escribir nos pueda proveer y esto se incrementa con el uso de la web cam, los amantes cibernautas se dejan ver y exponen su cuerpo y los genitales para la contemplación del amado.

En la red los cuerpos siempre estarán presentables y nunca existirá un mal aspecto que malogre la cita. El compromiso que se genera en el ciberespacio es inmediato y no pasa por cotejar o sopesar la realidad de cada uno, porque cada quien le asignó al otro su propia realidad ideal. Como afirmaba Lacan, expresándose desde su Yo Ideal hacia su Ideal del Yo.

Pero se sabe también que la mayoría de amores en la red tienden a escurrirse por uno de los entresijos de la red y evaporarse en el ciberespacio. Generalmente pasados los tres meses, ya no hay más de la comunicación tórrida.

También el amor en la red se gasta y el cansancio de nada poder hacer envuelve a los amantes. Estos deben volver al mundo en que viven donde hallaran las satisfacciones de la interacción del cuerpo que les niega la red. En algunos casos los amantes se encuentran y este encuentro puede ser como se avizoraba pleno de dicha, pero también el inicio de una gran frustración.

En resumen, el amor en la red puede tener efectos severos en el ámbito emocional de la persona, producir celos por infidelidad, hacerles sentir el amor como vivencia y ser la causa de separaciones, pero también, como en la mayoría de los casos, solo puede tratarse de una ilusión gratuita, o de una forma diferente de amar, en este recién entrado siglo XXI.


Citas a ciegas: el primer encuentro offline con tu amor online


Piensas que has encontrado tu alma gemela gracias a la Web (o a un amigo que te pasó su teléfono). Sientes que ya has coqueteado demasiado a través del e-mail y el mensajero instantáneo, y estás lista para dar un nuevo paso y conocerlo en carne y hueso.

A continuación, las cinco reglas para que el paso de lo virtual a lo real no arruine una relación que parece prometedora.

Regla 1: Es una cita a ciegas. O sea: no conoces realmente a esa persona

Es un hecho. Aunque tengas conversaciones de más de tres horas por el Messenger y hayas intercambiado cientos de e-mails, no lo conoces. A decir verdad, tú no sabes cómo luce (aunque hayas visto sus fotos), cómo suena (aunque hayas escuchado su voz) y cómo actúa como persona.

De hecho, él puede tener dificultades para expresarse cara a cara, y en segundos, podrías crear una imagen completamente distinta a la que tenías. Ése respetable abogado, de interesantísimas pláticas online, ahora parece un adolescente titubeante antes de su primer beso.

Asimismo, ¿has pensado si estás lista para una verdadera relación? Tu llama interior podría no estar preparada para la idea de un futuro perfecto junto a él dentro de las cuatro paredes de un dormitorio de estilo colonial. El primer consejo es, en consecuencia, que tomes las cosas con calma. Y deja que avancen lentamente.

Si algo parece no estar bien, respeta (y responde) ese sentimiento. Si él te pide el número telefónico demasiado temprano, explícale con educación que te gustaría esperar un poco. Los hombres, generalmente, no sienten la misma aprensión que las mujeres ante este tipo de citas, de modo que tienden a acelerar el proceso en demasía.

Por lo tanto, déjale saber que cualquier duda que tengas no tiene que ver con él en particular. En caso de que esta primera llamada telefónica no resultara bien, no te sientas presionada a volver a verlo personalmente.

Regla 2: Citas seguras: primero telefonea, después encuéntralo

Aunque no existan señales evidentes de peligro, no pases del e-mail a una cena bajo las estrellas en un solo salto. En primer lugar, realiza al menos una o dos llamadas telefónicas. Utiliza estas conversaciones como una forma de conocer mejor a la otra persona y para juzgar si quieres llevar la relación a un nivel superior. Haz que tu primera plática telefónica sea como una cita; trátalo de ese modo y verás que lograrás conocerlo mejor.

Verifica si los mismos patrones de conducta se trasladan al mundo real u offline. Elige un momento en que ambos estén en casa y, de ser posible, solos. Antes de realizar la llamada, puedes hacerte unos buenos mimos.

Toma un baño de espuma largo y glamoroso, o realiza tu rutina de ejercicios y luego date una buena ducha caliente. Vístete con algo que te haga sentir deseable. Incluso cuando tu cita no pueda verte, el ambiente adecuado estimula al romance.

Regla 3: Juega seguro en la primera cita

Siempre organiza tu primera cita en un área pública altamente transitada, en un momento razonable del día (última hora de la tarde o primera de la noche). Un restaurante familiar o un café estaría bien, pero no a la medianoche. Asimismo, nunca se encuentren en sus hogares o en sus respectivos sitios de trabajo.

Durante las primeras citas es conveniente evitar caminatas, paseos en bicicleta o viajes en auto a áreas remotas. Si decides movilizarte hacia otro lugar, hazlo en tu propio auto. Asegúrate de terminar la cita cuando, al menos, quede alguna otra persona presente en el lugar. Estas precauciones nada tienen que ver con la paranoia, sino con el sentido común.

Si vas a otro pueblo, ciudad o país a encontrar a tu amigo de Internet, muévete en tu propio auto y renta una habitación en un hotel. Nunca reveles el nombre del hotel ni permitas que tu cita haga reservaciones para ti.

Si no tienes auto, puedes rentar uno en el aeropuerto y manejar directamente hacia el hotel. Llama a tu cita desde el hotel o encuéntralo en el sitio donde hayan acordado. Si la ubicación parece inapropiada o insegura, vuelve al hotel.

Regla 4: Citas de amor, pero sin prisa: no te presiones demasiado (a tu cita tampoco)

Planear una primera cita demasiado larga es una receta destinada al fracaso. ¡No planifiques un día entero juntos! Encuéntralo para realizar una actividad y luego sostenla una o dos horas. No más. Si las cosas van bien, tendrás cientos de oportunidades de pasar todo el día caminando de la mano.

Y mantén un clima relajado. Aléjate de cualquier asunto o conversación intensa. No lo interrogues; utiliza la oportunidad para conocerlo sólo un poco más. Ten en mente, sin embargo, que muchos son más expresivos vía Internet que en persona.

Que tu cita esté tensa y parezca silenciosa, no quiere decir que se avecine un desastre. No obstante, es posible que tengas que trabajar un poco más. Puede que tengas que trabajar un poco más duro para sonsacar información personalmente.

En cualquier caso, si se niega a responder ciertas preguntas o si su conducta te hace sentir muy incómoda, interpreta esto como una bandera roja y termina con la situación en el menor tiempo posible.

Regla 5: Citas románticas con futuro: deja una buena impresión

Aparte de los recaudos que debes tomar, aún necesitarás impresionar a tu cita. Después de todo, podría ser el Sr. Correcto. Si es un sujeto distinguido, verá todas tus precauciones como signos de una mujer madura e inteligente, aunque así y todo querrás balancear eso con tu mejor cara y un comportamiento amistoso.

Nadie querrá repetir una salida con alguien decididamente hostil. La mejor forma de causar una buena primera impresión es siendo calma y mostrando confianza en ti misma. Trata de disfrutar la energía nerviosa que estás sintiendo. Diviértete. Recuerda sonreír. Las personas son percibidas como más atractivas cuando están pasando un buen momento.

Los atributos más importantes que llevan a dejar una buena impresión son la calidez, el sentido del humor, la imaginación, la confianza, el éxito, el estado físico, la independencia, el lenguaje corporal, la habilidad conversacional, la creatividad y la simpatía.

Desde ya, no tienes que ser un 10 en todos éstos, pero debes asegurarte brillar en tus áreas fuertes. Y ése es un buen consejo no sólo para el mundo de las citas, sino para la vida entera.

Shalom 

30.04.06 Jirafa llamando

¿Recuerdan que dije que iba a llamar al Juan Pablo? Pues bien, lo llamé dos veces, el domingo 15 de abril y el martes 17. No contestó. No sé si:
a. No estaba en casa
b. No quiso contestar
c. Ya no vive allí

No lo sé. Y no vale la pena hacer suposiciones. ¿Cuál es la necedad de querer hablar con él? Salir de dudas. Hasta he pensado en escribirle, pero no sé qué tanto valga la pena: ¡¡de repente y ni lee la carta que le envíe!! Pero insisto: ¿Cuál es la necedad que querer comunicarme con él?

El sábado 22 de abril leí un artículo publicado en un sitio llamado “En plenitud”, consejos antes de conocer en la vida real a chicos virtuales, contactados a través de la red, y un pequeño análisis hecho por un psicólogo argentino (o al menos, eso dice ser! Asumo que es argentino porque el sitio es argentino!), que trata de la irrealidad de los amores por Internet. De hecho, lo voy a copiar porque me pareció interesante, y útil.

Y bueno, después de leerlo fue como si se hubiese hecho la luz. ¡Vaya! Si lo hubiese sabido en el 2002, ni loca que me mudo a vivir con Juan Pablo a España, así de primas a primeras y con planes de boda, encima! Me duele reconocerlo, pero mi mamá tenía razón: Nos estábamos precipitando. Yo, lo confieso, nunca le hablé de mis días depresivos por temor a alejarlo. Y es cierto, me hice una idea de él, que no era él en realidad. E imagino que lo mismo le sucedió a él conmigo. Recuerdo la primera vez que fui a visitarlo: me di cuenta de que nuestros valores diferían, y que la cosa no iba. Me sentía incómoda con su mundo. No con el país, sino con sus amigos, con el teatro, con algunas de sus lecturas. Y se lo dije. Bueno, sólo lo de las lecturas. Me dio pena tocarle a sus amigos y a su amado teatro. Pero él, tan mimoso y cariñoso, me dijo que no era problema… Y cerré los ojos. Era tan fácil dejarse convencer por un ser tan afectuoso!! La diferencia fue que, mientras él quizás nunca llegó a amarme, yo sí lo amé a pesar de nuestras diferencias, más allá de la imagen idealizada que todo ser enamorado hace de su amado, y que se convierte en hipérbole de idealización por Internet. Lo amé con sus defectos y virtudes. Pero al parecer, no era recíproco y el “Amor vincit omnia” que tanto me repetía, y que está grabado en el anillo de compromiso que me entregó era sólo parte del juego. El anillo además, era un anillo de estación de metro. Nada formal. Me enteré de ello una semana antes de volver.

La verdad, no puedo alegar desconocimiento. La tragedia se veía venir desde el principio. A eso agreguemos que mi intuición me gritaba: “NO VAYAS!!”… al igual que me gritaba el 31 de diciembre, antes de empezar la residencia: “NO VAYAS!!”. Vaya, mi pobre intuición ha de estar molesta conmigo. Me alegra que aún me siga hablando…!!

Lo curioso es que desde ese domingo, ya no me duele. Como dije al principio: se hizo la luz. Ya me da igual que esté casado, divorciado, viudo o como esté. Bueno, no me da igual, mentira, pero no me duele. Después de 3 años, gracias a Dios cerré el ciclo. Ya lo dejé ir finalmente. Y sin embargo, me gustaría comunicarme con él. Para contarle, para saber qué anda leyendo, para que me instruya (la verdad, sabe mucho!), para que compartamos experiencias y aprendizajes. Creo que nos iba mejor sólo como amigos. Aunque a él no le gusta contar mucho de lo que siente, teme o piensa. Y yo hice lo mismo cuando estuve allá: callarme. Lo único que escupía eran cosas negativas de mis días negros (culpas, acusaciones…), que tampoco son comunicación. Quizás con una buena comunicación las cosas habrían ido mejor; no sé si habrían funcionado, pero al menos no habrían terminado tan trágicamente.

Si se casó con la psicóloga que fingía ser mi terapeuta, pues allá ellos. Recuerdo que en la primera entrevista ella me dijo enfáticamente: “Mira yo nunca he tenido nada que ver con Juan Pablo, nunca me he acostado con él, no me gusta, no es mi tipo y si digo que es mi amigo, es por llamarle de alguna manera pues si nos vemos 1 ó 2 veces al año, es mucho!!”. Y lo repitió. ¿Por qué tanta aclaración? Mi abuelita decía: “Quien de la pera habla, comérsela quiere” y “A aclaraciones no pedidas, acusación dada”. Yo no le estaba pidiendo ninguna aclaración. Y luego, cuando el año pasado ella me escribió: “Después de una larga y profunda amistad de tantos años, surgió el amor entre nosotros: estamos muy enamorados y nos casamos en septiembre del 2004”, pues me pareció incongruente. Si su único medio para acercarse a él fue a través de mí, citándolo para supuestamente hablarle de lo mal que yo estaba, luego alejarme de él y consolarlo, pues qué patético. Entonces, ella está peor que yo. Pero es psicóloga. Y recordemos que buscamos lo que nos hace falta, lo que nos duele, lo que nos toca por dentro. Vayan con Dios!

Y sin embargo, quiero contactarlo. Quizás sólo para cerrar el círculo, para contarle que ya lo cerré aunque a él no le interese. La verdad, nunca hablamos frente a frente, ni siquiera por teléfono. Yo habría preferido que me lo dijera mirándome directo a los ojos: “No te amo, fuiste sólo una ilusión”. Habría sido muy duro, pero lo habría preferido mil veces, antes que meses de incertidumbre y cuestionamientos sin respuesta. Sin embargo, si lo contacto, no sé cómo va a reaccionar. Recordemos que es leo, y los leo son muy orgullosos y cuando no les interesa algo, son duros, duros y poco compasivos. Estoy segura de que él si me amó, aunque sólo lo acepte en su inconsciente mientras duerme. Estoy segura de que ha sufrido por mí, aunque viva de juerga permanente y con la sonrisa a flor de labios. Y que alguna vez me recuerda y me extraña, aunque en el momento me haya dicho que estaba mejor sin mí. Sé que no le hice la vida fácil, pero en ese tiempo yo era una niña inocente, ingenua, muy inmadura y encima, deprimida. Además, estaba fuera de mi país, de mi contexto cultural, familiar y amistoso.

He encontrado estudios psicológicos, antropológicos y sociológicos que hablan del fenómeno de la migración y en ellos se destaca la etapa adaptativa, acompañada de depresión, que viven todos los migrantes. Él no comprendía eso. Me decía: “Si yo estuviese en Guatemala, ya tendría amigos y habría encontrado trabajo!!” Lo del trabajo, es probable: aquí, a los extranjeros se les hace un poco más fácil la vida, aunque se quejen de que los salarios son muy bajos, en relación a lo que ganan en sus países. Y si quieren ser cooperantes, usualmente les va bien y ganan un poco más. Lo de los amigos, pues depende del concepto de amistad. Llevo 33 años viviendo aquí, y puedo decir que tengo 5 amigos del alma, amigos de verdad. Y han sido años de siembra y cuidado para que esa plantita crezca y permanezca viva… De allí, tengo muchos cuates y un montón de conocidos, pero amigos, amigos… son pocos! Los amigos no se encuentran ni se forjan en un par de meses…

Todo esto es lo que me gustaría decirle. Y algo más: que como yo sí lo he amado, pues siempre lo voy a recordar con cariño. Y con agradecimiento, por ayudarme a crecer, por sus muestras de cariño, por su familia, por los buenos momentos, por Virginia Wolf, por Bolaño y Tapiès, por “Los peines del viento” y Kandinsky, entre otras cosas. Que siempre estará en mis oraciones y contarle que he descubierto muchas cosas: que soy más escéptica de lo que creía, pero que sé que Dios existe, que la intuición es muy importante para ser desoída, que la vida es bella, y un proceso de aprendizaje constante, que el anarquismo radical no es lo mío, pero no soy conservadora, que el dinero no es tan importante…

No sé si lo haré. Si lo volveré a llamar o le escribiré algún día, aún a riesgo de que mi carta sea tirada a la basura. Sí, quizás lo más digno sería no hacerlo, no exponerme a ser criticada, sujeto de burlas, maltratada o ignorada. Pero creo que al final, una se arrepiente más de lo que no hace, que de lo que hace. Yo, me arrepiento de no haber ido a finales de 2003 a hablar directamente con él y a recoger mis cosas. Aún cuando no hubiese resuelto nada, creo que habría sido mejor, y mi proceso de recuperación habría sido más corto, de haber enfrentado la situación frente a frente.

Nunca lo volveré a ver. Si es difícil encontrarse con ex que viven en el mismo país, lo es mucho más si vivimos en diferentes continentes. Sólo le pido a Dios que algún día comprenda y perdone, que sepa que sí fue amado por mí y reconozca que el fallo no fue sólo mío, sino de ambos… Y que me recuerde con cariño, tal como yo a él. Deseo que Dios le muestre su rostro y lo cuide siempre. Shalom. Y Namaste. Para él, para mí y para todo ser viviente.

El pájaro rompe el cascarón... 


06.04.06 Jirafa soñadora

Anteanoche soñé con mi papá. Me abrazó cariñoso y se le veía tan feliz!! Luego se despidió y se dirigió hacia un campo verde muy bonito. Pasé muy feliz todo el día ayer. Y el efecto duró inclusive medio día hoy. Dijo Manuel José Arce que si no soñamos, si sólo vivimos con los pies clavados al suelo, viendo hacia abajo, corremos el riesgo de volvernos cuadrúpedos (para más comodidad y más pies en la tierra) y de que nuestro cerebro involucione… Podría ser!! Bueno, al menos sueño dormida… y aún, despierta; no igual que antes pero sí sueño despierta. Con el tiempo vas dejando de soñar despierta… Pero si no se sueña, no hay a dónde ir. Los sueños guían nuestras acciones. Y yo, cada vez que puedo, sueño despierta… Ahora hay que ponerse en acción. Y seguir soñando. Para eso soy una Jirafa, no? Para seguir viendo las estrellas. Y seguir soñando.

Maurice Echeverría escribió algo hoy en su columna semanal. No sé si fue por mí, por algo que le dije. Pero me llegó hondo. Estoy muy agradecida con él. No. Esa NO es excusa para dejar de escribir.

Escindida. Una parte de mí a por la ciencia, lo metódico, la investigación, la nutrición, la medicina, lo racional; otra, por lo espiritual, lo irracional, el mundo onírico, la psicología y el inconsciente; la otra, por la ironía, el análisis, la bohemia, las artes y las letras. Y lo social, el servicio que está siempre en cada una de ellas. Necesito tres vidas. O ser mujer renacentista. O aprender a ser malabarista para no dejar tirada a ninguna de mis partes. Al menos, ahora ya no se pelean. Se respetan la una a otra. Sin embargo, hay dos que están celosas: He dedicado ya mucho tiempo a la parte de la ciencia, la medicina, el servicio… Valor. Necesito valor para saltar. Y fe, para saltar con la certeza de que voy a volar o voy a saltar tan alto, que alcanzaré el otro lado. O ser temeraria, y que no me importe morir en el intento.

¿Qué hago yo coqueteando con un niño de 26 años que tiene novia y anda allí, tirándome los tejos? No es correcto, no es justo para él. ¿Acaso quiero comprobar la hipótesis de “un clavo saca otro clavo”? ¿Qué objetivo tiene, si yo sigo llorando y cantando “Lágrimas negras” (con el Bebo Valdez, El Cigala y Celia Cruz), si la pérdida no se recupera, si ha sido como una amputación? Escuchando a los pacientes, que después de años de no caminar, aún piden un milagro para que la médula se les regenere y vuelvan a ser lo que eran antes (sin intervención de células madre ni nanotecnología), me recordé de mí… Esperando en la realidad que al parecer, es desesperanzada. Si él supiera… quizá no lo creería. O pensaría que es patológico ya. A ver, ¿qué amor, qué enamoramiento no es patológico? Y ahora, tengo pruebas bioquímicas y de imagenología. Ah! Es que es obsesivo! Ajá… ¿acaso no son las áreas de adicción y de fijación en el objeto de nuestro afecto las que se activan cuando nos enamoramos?

Estoy consciente de que el futuro en pareja para mí es poco probable. Por varias razones. En el punto 4 enumeré la primera. Y además, la edad, los chicos que usualmente a mi edad (o más) ya están casados o no quieren saber de nada pues salieron quemados de alguna relación previa. Me cuesta MUUUCHO enamorarme… y luego, el doble o el triple, desenamorarme. Y a las pruebas me remito!! Estoy pensando en hacer caso a mis tripas, a mi nariz, a mi corazonada. Y salir de dudas de una vez por todas: llamarle. ¿Qué es lo peor que me podría decir? Que está casado y que lo olvide. Que ya es papá. Sí, sería duro. Pero sólo a partir de la toma de consciencia de la realidad, se puede empezar el duelo. Y seguir. Además, nunca se sabe lo que puede pasar…

Aún no sé qué fue primero: si el huevo o la gallina. No sé si la residencia de Fisiatría llama la atención a personas con tendencias depresivas o la tendencia depresiva se exacerba en el ambiente del hospital (que es muy, pero muy duro: hoy me tocó ver a un paciente que en 1969, cuando tenía 23 años, tuvo un accidente y quedó parapléjico. La esposa lo abandonó y se llevó a sus dos hijos. Ahora tiene 60 años. Ha trabajado de lo que ha podido. Ahora está jubilado y no puede movilizarse por falta de recursos. Los vecinos le hacen favor de ir a traer su equipo para cambio de sonda Folley). De 9 que somos en la residencia, 7 estamos pasando por algún grado de depresión; las que entramos este año, desde que empezamos en enero hemos ido desmejorando anímicamente. No sé si es la personalidad premórbida, la tendencia genética o el hospital. O la sumatoria de todos los elementos que terminan haciendo sinergia. El hecho es que está fregado que ninguna tenga ganas de nada, que estemos arrepentidas de haber entrado, que estemos tan tristes, en ciclos. De triste a más triste. No. No es saludable estar allí. Me cuesta mucho dejar un lugar y empezar de nuevo. Me cuesta adaptarme a los cambios. Yo quiero un trabajo estable, que no me demande mucho, en donde pueda ayudar a otros con lo que sé y tener tiempo para escribir, para leer, para ir a ver la compañía de danza “Cienfuegos “ que se presentó hoy, a cuyo espectáculo no pude asistir. Otra vez sin asistir a algo que realmente me gusta. Sin alimentar mi espíritu.

Quiero, necesito otro trabajo, por favor. He de buscarlo y Primero Dios, lo encontraré. Por ser un clásico, compré un disco de Celia Cruz. Tiene bonitas canciones. “La bikina”, por ejemplo. Que se podría aplicar a mi vida en la actualidad, por cierto. Y eso es lo que hay. Namaste.


22.04.06 Jirafa Residente

¿Ya vieron? Me estoy asumiendo como Residente!! Ya lo he decidido: si el plan A funciona, pues no continúo con la residencia. El plan B, es concluirla. El plan C es retirarme si el desgaste físico/emocional me sobrepasa. O si definitivamente, no me interesa… si no me apasiona. Me voy a dar tiempo, en junio/julio decido. Está duro. Cuesta trabajar cuando una se estresa y quiere lo mejor para el paciente y al resto le pela. Es como golpearse la cabeza contra un muro, y no, no estoy dispuesta a acomodarme a la mediocridad y a la indiferencia para volverme igual y no sufrir o no tener problemas con el personal de enfermería. Tampoco quiero dejar de identificarme con los pacientes: prefiero sufrir junto a ellos que volverme una roca de indiferencia. Sigo cantando con León Grieco, Mercedes Sosa y muchos más: “Sólo le pido a Dios/ que el dolor no me sea indiferente!/ que la reseca muerte no me encuentre, vacío y solo sin haber hecho lo suficiente…”

SOLO LE PIDO A DIOS León Grieco
Sólo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, que la reseca muerte no me encuentre vacío y sólo son haber hecho lo suficiente.
Sólo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente, que no me abofetee la otra mejilla después que una garra me arañe esta suerte.
Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente. Es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente.
Instrumental
Sólo le pido a Dios que el engaño no me sea indiferente si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
Sólo le pido a Dios que el futuro no me sea indiferente, desahuciado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente.
Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente...

29.04.06 Días (de Jirafa)

Algunos días -como hoy- el mundo parece un campo florecido. Más allá de las injusticias o del dolor, puedo ver el arcoiris, la bondad, la caridad. Las belleza. Me pierdo saboreando una ensalada u observando una puesta de sol. Gozo la sonrisa de Andrés y me encantan las orejas de mi chucho.

En estos días, los errores del pasado me parecen tan sólo aprendizajes. No me hago bolas y no me arrepiento de lo que he hecho. Miro la residencia como algo que es transitorio y no me da miedo la idea de salirme, de dejar algo que no es mío, que no me interesa, que me hace daño. Confío en que pronto encontraré otro trabajo, más acorde con lo que soy, mejor pagado. Me da igual lo que opinen los demás: escucho a mi corazón que salta exultante con la idea de salirme de allí. Me doy cuenta de que no lo haré porque no quiero, y dejo atrás la competencia por una especialidad. Acepto que no es lo mío y lo veo tal cual es: tan solo una experiencia más. Me veo como docente universitaria o como médica de centro de salud, como investigadora del INCAP... con tiempo para escribir y para soñar. Leyendo literatura, medicina, nutrición, algo social... pintando. Amando mi vida, las personas, lo que hago, la naturaleza. La Vida. A mí. ¡¡A Dios!!

Observo mi vida con Juan Pablo como algo bonito, que me ayudó mucho, y que siendo honesta, no habría funcionado. Me doy cuenta que, aunque yo quiera disfrazarlo, había demasiados puntos en contra y era muy lábil lo que nos unía: nuestra escala de valores y cosmovisiones eran muy diferentes. Me alegra haberlo amado con todo lo que yo era capaz en ese momento, y me alegra más, darme cuenta de que ahora estoy mejor que en ese tiempo. Veo todo con claridad y, a pesar del dolor, siento la esperanza de que por allí hay alguien para mí; y yo para él. Tengo atisbos de fe. Veo lo maravillosa que es la vida, en donde nunca sabemos qué hay a la vuelta de la esquina... algo hermoso puede estar esperando por nosotros sin haberlo previsto!

Extraño a mi papá pero recuerdo el sueño aquel en donde me abrazaba con tanto amor y se marchaba a un campo hermosamente verde. Me siento querida y acompañada. Me veo en el espejo y más allá de un rostro con acné (por la tensión vivida esta semana), veo a una mujer guapa, graciosa, alegre, capaz de amar, apasionada, inteligente, sensible, honesta, veraz, responsable, que intenta ser justa y objetiva, y hacer las cosas bien. Una conjunción artística y científica, soñadora y objetiva, que puede ser multifacética. ¡Un cuerazo!

En estos días el carro, el dinero para viajar, ir a conciertos o comprar tal o cual libro, tal o cual aparato (la tecnología me encanta!), me viene del norte. Tengo techo, comida, abrigo, computadora, algunos libros, un perro faldero, buenos amigos, de los del alma, y una familia que me quiere. Soy muy afortunada y estoy agradecida con Dios y la Vida por todo lo que me da.

No decido cómo amanecer. Simplemente, pasa. En estos días, soy buena psicóloga. Escucho más que hablo. Soy paciente, comprensiva y tolerante. Me alegra más dar y compartir... Soy más humana. ¿O menos humana? Acepto la vida tal cual es. La Voluntad de Dios. El destino, el karma, lo que está escrito o como se le quiera llamar a ese invisible hilo que va uniendo los acontecimientos de cada vida con un fin que, mientras vivimos, nos es ignoto.

A veces lloro de alegría y de emoción. Por estar viva. Por tanto regalo. Por ser yo.

Estos días son como suaves tardes de verano nadando en una piscina. Como tardes de lluvia con una taza de chocolate, chimenea y un buen libro. Noches de invierno con un brandy o una copa de Frontera, queso, chocolate, luna, estrellas, música hermosa y alguien amado a nuestro lado. O como mañanas de primavera con olor a rosas, colibríes y un cielo azul profundo. En estos días, tengo la certeza, sé y siento que Dios existe.

Pero los días cambian. No puedo estirar esos días. Y son los menos.

Y los más...

Son días oscuros, tenebrosos. Como un túnel del cual no vemos la salida. Como un laberinto en donde el Minotauro acecha en cada vuelta, para devorar nuestra cabeza. Guap! engullirla de una sola bocanada y dejarnos tirados, pisoteados. Bien muertos.

Son noches de tormenta, que amenaza con inundar y destruir todo a su paso. Son días sin sol, fríos, llenos de árboles sin hojas y jardines sin flores. Un invierno nórdico permanente. Solitarios. Groenlandia derritiéndose, hundiéndose en el frío perpetuo y oscuro del mar con todo y pingüinos, osos y focas.

Lo analizo todo. Lo cuestiono todo, lo siento todo y lo lloro todo. Veo tanta y tanta injusticia, tanta desesperanza, tanta traición, tanta mediocridad, tanto dolor en todo el mundo. Y me duele, y lloro, y me enojo por no hacer nada y por darme cuenta de que yo... ¡No puedo cambiar el mundo! Me lo decía Erwin, un chico que me gustaba cuando yo tenía 13 años: "Aída: no puedes cambiar el mundo". Sabiduría típica de piscianos sensibles.

En esos días, no hay futuro ni esperanza. Todo lo que he hecho ha sido un error, todas mis decisiones han sido malas. Me paraliza, me envuelve y me asfixia el miedo. Lo que escribo no vale nada, es fútil. Saco mi cilicio y me azoto 10, 20, 100, 1200 veces por cada error cometido:
Por no haber sido pilas y haber dejado ir a Juan Pablo, espantándolo con mis actitudes... fuas
Por haber dejado ir al Raulito, al Hugo, al Luis Enrique, al Maurice.... fuas
Por ser tan cleta y tomar malas decisiones, como la residencia... fuas
Por no hacerle caso a mi intuición (que me decía que no me metiera a la residencia! que no me fuera a España en esas condiciones)... fuas
Por todo lo que he hecho sufrir a los otros.... fuas
Y así... fuas, fuas, fuas...

Y lloro, y me da cólera y me dan ganas de irme de ermitaña, o de adelantar el tiempo hasta el momento de mi deceso. De tirar la toalla... O de simplemente, desaparecer. O de dormir día y noche. Noche y día. En hibernación eterna. O hasta que salga el sol. Esos días los vivo cansada, con sueño, sin ganas de nada (ni de leer o escribir!).

Entonces me vuelvo cínica, irónica, intransigente, prepotente. Digo las cosas sin darme cuenta si estoy hiriendo a las personas que amo. Lo he hecho con tantas, tantas personas. Con amigos. Con compañeros de trabajo. Con Juan Pablo en muchas ocasiones. Con mi hermano. Con mi madre...

Alego por lo que me ha tocado en la vida, no lo acepto, cuestiono la muerte de mi padre y no tengo respuestas. Me enojo con Dios y en la pelea, niego su existencia. Me aferro al método científico y me burlo de todo lo que no llene sus requisitos. Y sufro.
Y sufro.
Inconforme por todo, sintiéndome fuera de lugar, desadaptada en todos lados... Me siento inmensamente sola. Y me aterra la idea de que nadie querrá estar conmigo siendo como soy. Y no me quiero ver al espejo. Porque el cutis. Porque la armonía del rostro. Porque no tengo 90-60-90. Por las telangiectasias de las piernas... Porque no soy perfecta.

Quizás tenía razón Juan Pablo y el problema soy yo. Quizás me comporto como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, como me dijo una vez. Quizás soy un monstruo. Una mujer problemática, con etiquetas de "problema de personalidad depresiva y narcisista/negativa", ciclotímica... Una desequilibrada que necesita medicamentos a perpetuidad o TEC para ser medio funcional. Un ser que no merece perpetuar su ADN. Que no es capaz de poner a funcionar su inteligencia adaptativa, de permanecer en un trabajo, de amar de verdad... Que está en desventaja social/económica respecto a los de su profesión... A looser!
Y para no "empeorar" las cosas, mejor termino la residencia, para que nadie me diga nada, para demostrarles a todos que sí pude... Porque me da miedo salirme y no encontrar algo mejor, porque lo que sé es poco y lo que hago, no vale...

Son días terribles. No se los deseo a nadie.

Y en cada semana, tengo entre 4 y 6 de esos días.

¡¡Quiero salir ya de eso!! ¡¡Es un área abisal llena de criaturas horribles!!
Sé que hay algunos días malos, pero por favor, ¡Que esos no sean la mayoría de mis días!
Soy débil. Lo admito.
Pero el I Ching habla de la fortaleza de la debilidad. Y a eso me aferro.

No sé qué deba hacer. No sé cuánto tiempo vaya a pasar y no me importa. Lo único que sé, lo único que siento, lo único que grita mi corazón, es que necesito ayuda para salir de esto. Estoy segura que debe haber alguna solución no-radical. Si es psicoanálisis, psicoterapia psicodinámica, psicoterapia conductivo-conductual a largo plazo; si es ingesta de fluoxetina, lo que sea, no me importa, quiero hacerlo. Me comprometo a hacerlo. Quiero luchar. Mi mamá dice que para todo hay solución, menos para la muerte. Y alguna solución debe haber para este problema.

Dios me hizo así por alguna razón. Permitió que las circunstancias de mi vida, fuesen como fueron, por alguna razón. No la sé, ni me interesa: total, ya pasó. Con darle vueltas al pasado, no lograré nada. Hacerlo me hace daño.
Lo único que sé, es que Dios nos dio a cada uno las herramientas para poder salir adelante, para sembrar y construir nuestras vidas. Y que yo soy hija de Dios y tengo una chispa Suya dentro. ¡Así que puedo salir de este bache! Voy a lograrlo.

Esto no viene de ahora, he sido así desde adolescente; sucede que se ha ido acentuando con el tiempo, y ya estoy cansada, harta de vivir así. Ya es tiempo de pararlo de verdad, de una vez por todas. He analizado y comprendido muchas de las causas que me hacen ser como soy. OK, analizar el pasado fue útil, pero ya pasó. Permanecer allí no sirve de nada.

Quizás, como dicen los psicoanalistas, esto del narcisismo es pre-edípico (pre-eléctrico, en mi caso), y por eso es más difícil de ser tratado. Pero no es imposible. He visto caminar a cuadripléjicos con lesión completa de la médula a nivel cervical. Con ayuda de algún aparato, pero caminando. Necesito paciencia y fe (de mi para mí, de un terapeuta para mí, de familia y amigos para mí). Necesito encontrar en mí perseverancia y voluntad. Primero Dios, yo también voy a caminar.
Me cansé de gatear, por temor a ponerme de pie y caer. ¡Yo quiero caminar! Aunque eso implique caer y lastimarme, igual me pongo de pie de nuevo y a seguir pa’lante!!




This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.