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Sentimientos, reflexiones, historias y opiniones del viaje que es la vida.

junio 12, 2006

A medio camino 

12.06.06 Jirafa en medio del camino
Mitad de mes, mitad de año. Cerca del día de San Antonio. Cerca del día de San Juan... Buen momento para decidir.

Primer punto:
Si un chico me atrae físicamente y hay química, necesita 10 Características que son imprescindibles para que me guste, me interese y me enamore (de lo contrario, no pasa de la fase: “está bonito pero no me interesa”):
Que sea limpio (que se bañe diariamente, se arregle, tenga las uñas limpias y cortas… mejor si se perfuma!!)
Que sea sano (que cuide su dieta –al menos un poco, o que se deje cuidar!!-, realice actividad física con regularidad, sin vicios: fumar, beber –hablo de alcoholismo-, drogas de otro tipo)
Que sea inteligente (y no sólo que tenga un CI normal alto o más, sino que sea profesional universitario, que se cultive, tenga opiniones propias y utilice su inteligencia)
Que sea sensible (a los animalitos, a la naturaleza, al arte: literatura, música, cine, danza, plástica, arquitectura!!)
Que sea solidario (con el bien común, con el dolor ajeno, que sea altruista y ayude a otros de una u otra forma –no es necesario que sea voluntario en el Congo!)
Que sea de izquierda o centro-izquierda y valore el ser ante el tener (no un peón consumista de derecha…), NO fanático extremista!!
Que sea responsable y trabajador, mejor si ama lo que hace
Que sea curioso y le guste aprender, comprender, estudiar, viajar, conocer al otro, lo diferente… con una visión antropológica e integral de la vida
Que sus valores sean similares a los míos y crea en Dios
Que sea cariñoso y sensual: que le guste cocinar y/o bailar…
¿¿¿WHERE ARE YOU??

PD: ¡¡Me conformo con 7!!

Segundo punto:

¿A quién trato de engañar? Todavía canciones como “Por qué es tan cruel el amor?”, de mi querido compatriota Ricardo Arjona, o como “Dígale” o “Esta ausencia” de David Bisbal, aún me sacan algunas lágrimas… ¿Qué le voy a hacer? ¡Ya ni pelear con ese sentimiento es bueno! Allí que se esté. Algún día pasará… tengo fe!

¿Por qué es tan cruel el amor? / Ricardo Arjona
No se acaba el amor
sólo con decir adiós
Hay que tener presente
que el estar ausente
no anula el recuerdo
ni compra el olvido
ni nos borra del mapa.

El que tú no estés
no te aparta de mi
Entre menos te tengo
más te recuerdo
aunque quiera olvidarte
Estás en mi mente
y me pregunto mil veces

¿Porqué es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar
Que me prohíbe pensar
que me ata y desata
Y luego de a poco me mata
me bota y levanta
me vuelve a tirar
¿Porqué es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar
Porque aunque tú ya no estés
se mete en mi sangre
Y se va de rincón en rincón
arañándome el alma
Y rasgando el corazón
¿Porqué es tan cruel el amor?

No se acaba el amor
sólo porque no estás
No se puede olvidar
algo así como así
nuestra historia
Sería matar la memoria
y quemar nuestras glorias

¿Porqué es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar…

Artista: David Bisbal
Álbum: Corazón Latino
Canción: Dígale

No ha podido olvidar mi corazón
aquellos ojos tristes
soñadores que yo amé.
La dejé por conquistar una ilusión
y perdí su rastro
y ahora sé que es ella
todo lo que yo buscaba.
Y ahora estoy aquí
buscándola de nuevo y ya no está
se fue.Tal vez usted la ha visto
dígale..que yo siempre la adoré
y que nunca la olvidé
que mi vida es un desierto
y muero yo de sed.
Y dígale también
que sólo junto a ella puedo respirar.
No hay brillo en las estrellas
ya ni el sol me calienta..
y estoy muy solo aquí
no sé a dónde fue
por favor dígale usted.
Fueron tantos los momentos que la amé
que siento sus caricias
y su olor está en mi piel
cada noche la abrazaba junto a mí
la cubría de besos
y entre mil caricias
la llevaba a la locura.
Y ahora estoy aquí
buscándola de nuevo y ya no está
se fue.Tal vez usted la ha visto
dígale...que yo siempre la adoré
y que nunca la olvidé
que mi vida es un desierto
y muero yo de sed.
Dígale también
que sólo junto a ella puedo respirar
no hay brillo en las estrellas
ya ni el sol me calienta...
y estoy muy solo aquí
no sé que donde fue
por favor dígale usted.

Artista: David Bisbal
Álbum: Buleria
Canción: Esta ausencia

Despertar en el frío abismo de tu ausencia
Es rogar por las horas perdidas en mi habitación
Recordar cada lagrima que fue tan nuestra
Me desangra el alma, me desangra el alma
Es andar el sendero que escribimos juntos
Es tocar un silencio profundo en el corazón
Escapar por las brechas de un amor profundo
Es mentir de nuevo por negar tu ausencia
Coro:Esta ausencia tan grande
tan dura, tan honda
Que quiebra en pedazos
Mi razón.
Esta ausencia desnuda
De dudas y sombras
Me clava tu amor
Esta ausencia que duele
En el fondo del alma
Que quema por dentro
Mi sueño y mi calma
Coro 2: Esta ausencia de hielo
De piel, de silencio
Que corta las horas sin piedad
Esta ausencia infinita
De noches y días
No tiene final
Fue tan fácil decir
Que el adiós sanaría
Las espinas clavadas
En tu alma y la mía
Esta ausencia me grita
Que se acaba la vida
Porque no volverás, volverás.
Ya lo ves, tu partida no condujo a nada
Porque nada hace el tiempo a la sombra de mi soledad
Ya lo ves, derrotado y sin hallar la calma
Que daría por verte y olvidarlo todo.(coro)


Tercer punto:
Hace un par de días estuve a punto de comprar un anillo con una nave espacial. ¿El motivo? Muchas veces me siento como extraterrestre! Por ejemplo, el sábado cuando iba a la universidad, había cerca de veterinaria un montón de escritorios viejos, todos destartalados, tirados entre un edificio y otro, y no sé: entre los escritorios, el charco de agua que los reflejaba, los pinos centenarios al fondo me pareció que podría salir una foto muy buena y lamenté no llevar cámara y no saber de fotografía. La fotografía me gusta mucho. Me encantaría poder revelar fotos a blanco y negro. Y tomar fotos (como esa por ejemplo), y retratos.

He visto algunos niños liadísimos (no precisamente por lo físico) para un retrato. La otra vez en el bus, iba una señora con su bebé, jugando. Y me habría encantado tomarles foto. Estaban en su propio mundo. ¡Me encantaron!

Ese mismo día, antes de entrar al edificio, miré a dos perritos SRD (sin raza definida) echaditos, cerca de la puerta de ingreso. No, no eran perritos “corrientes” ¡qué gana de clasificarlo, categorizarlo y discriminarlo todo! Eran perritos bonitos, vaya. Estaba lloviznando y había frío. Era una perrita y un perrito. La hembra estaba tosiendo, ¡Me dio tanta lástima! Me habría gustado poder ayudarla… sacarla de allí, darle un hogar. Pero no puedo hacerme cargo de cuanto niño/gato/perro desvalido y enfermo mire por la calle… ¡Es una lata! Lo comenté con mi amiga Helga y me dijo: “Ay vos! No seas rara!”.

Rara. Extravagante. Original. Loca. Son palabras que he escuchado refiriéndose a mí desde que estaba en la Facultad. Antes me sentía sola y excluida por eso. Ahora no. Me alegra no ser como todo el mundo. Aunque realmente, si una conoce a las personas, las escucha y las comprende, se da cuenta de que el término “todo el mundo” es algo muy subjetivo y generalizador, porque cada persona tiene su propia idiosincrasia y forma de ver la vida. Muchas veces, resulta fascinante. Me encanta observar. A las personas, la naturaleza, la conducta de los animales. Hay un matiz antropológico inherente a mi persona. Y un matiz psicológico. Lo malo con la psicología es que uno termina creyéndose la “normal” y evaluando a medio mundo en base a los parámetros psicológicos con los que se haya identificado más durante su formación. ¿Y quién es una para establecer lo normal? Desde el punto de vista estadístico, más que una curva de normalidad, creo que lo que debería haber es una curva de anormalidad, de la más a la menos patológica, quizá con una media. La más patológica, claro, sería en donde caen las personas que se hacen daño y hacen daño a otros, que se desconectan de la realidad, etc. Los casos extremos, vaya. Ah! Y de repente, no sería una curva normal! Por supuesto, se puede manipular. Ya dice una amiga –que tiene maestría en estadística.- que existen las mentiras y la estadística…

Lástima que tenemos un período de vida tan corto. Mi mayor problema es quererlo todo, y al mismo tiempo. Por ejemplo, me gustaría estudiar: Medicina Interna, Antropología de la Salud o la Nutrición, Nutrición clínica, la maestría en Nutrición que hay en el INSM con énfasis en educación y psicología, Psiquiatría o Psicología, Literatura y Filosofía. TODO. Ah! Y tener tiempo para leer, escribir, asistir a conciertos, como el de Omar y compañía, mirar pelis’ (me encanta ver películas!), aprender a bailar, hacer ejercicio, etc. Hombre! Necesito días de 40 horas o varias vidas!

Y hay que ser realista: el día tiene 24 horas, necesito descansar (además, necesito 8 horas diarias de sueño para poder rendir adecuadamente) y trabajar; de preferencia, ganando decentemente, que me lo merezco!! ¡Vaya predicamento! ¡Y a estas alturas de la vida, que no tengo 20 años! La verdad, doy infinitas gracias a Dios por permitirme explorar mi vocación. No todas las personas tienen esa dicha. Conozco a demasiadas haciendo algo que no les gusta “porque no les queda de otra”, porque tienen que mantener a sus hijos, porque no se dieron cuenta a tiempo, porque no tuvieron el valor de seguir su camino, porque prefirieron cumplir con lo que se esperaba de ellos, porque tenían que “dar la talla” o mantener el status quo. Yo realmente no sé bien si mis decisiones me están encaminando por “mi camino”. Antonio Machado decía que no hay camino, que se hace camino al andar. Sin embargo aunque eso de la predestinación no me gusta porque me da la sensación de ser marioneta del destino, siento que sí hay algo de eso en la vida. Talvez no al 100%. Quizá las capacidades y habilidades con las que nacemos, las oportunidades que se nos presentan y las q buscamos, los sueños que decidimos seguir, los riesgos q decidimos tomar, son los eventos que van haciendo nuestro camino o los que nos guían al mismo.

Que me voy del hospital es un hecho. Quizá soy muy rebelde, muy contestataria. La verdad, eso de bajar la cabeza y aguantar, y quedarme callada ante las injusticias (o de plano, las burradas), ya quedó en el pasado. Quizá cuando recién salí de la facultad podría haber soportado el modus operandi de una residencia. A estas alturas del partido, y pese a q me gusta la Medicina Interna (sí, lo admito: mea culpa… los odiosos internistas!) y sobre todo, la endocrinología/nutrición. Además, es cierto y hay q admitirlo: conforme pasa el tiempo, uno aguanta menos los desvelos y cuesta más reponerse. Me gustaría ser como un amigo, que con 5 horas de sueño amanece fresco y lozano como lechuguita. Yo, no puedo.

Actualmente vivo cansada, con sueño, durmiéndome hasta de pie en cuanto me quedo inactiva, con dolores en la mano derecha (a estas altura no sé si es túnel del carpo o algo autoinmune o –peor aún-, depre’ pues me duele también la izquierda y las articulaciones, peor cuando hay frío). El cansancio no se me quita ni aún cuando duermo bien, ocho horas. Por ejemplo, del sábado al domingo, dormí lo suficiente y nada: llegué al hospital ayer muerta de sueño y cansancio. Tengo que obligarme a hacer lo que hago (trabajos de la maestría). No me dan ganas de nada (excepto de dormir), no he leído, ni he escrito en este blog, ni visto pelis’ (interesantes), hasta ayer. El turno estuvo tranquilo. Súper tranquilo. ¿Cuándo en la pedia’ o la medicina interna vas a ver una película en pleno turno?? ¡Ni en sueños! Así que aunque algunas amigas (las que son especialistas) me echaron porras negativas respecto a mi decisión (“es un trabajo seguro, no lo dejés”, “aguantate, son sólo 4 años”, “el trabajo está difícil, peor para un médico general”, “es una residencia tranquila y al final, tenés el título”, “te indemnizan al terminar”, “igual, a ver si lográs cumplir tus sueños”, “hacele ganas”) y sé que desde cierto punto de vista tienen razón, por mí y por todas las personas en general y las mujeres en particular que no pueden realizar sus sueños, no puedo seguir allí, a pesar de lo tranquilos que puedan ser los turnos. Además la carga académica es pesada y no me gusta nadita. Una de mis compañeras me decía llorando: “si no hubiera quedado esperando y me hubiera tenido que casar, si pudiera pensar en mi, no estaría en esta residencia: Vos que podés, no desperdiciés tu vida… estás soltera, sos pilas, hacé lo que realmente te gusta… Yo, yo tengo que pensar en mis hijos…”. Y así como ella, miles en todo el mundo. Por diversas circunstancias.

He aprendido mucho de los pacientes, de la vida, de las relaciones interpersonales y de mi en este tiempo. Y estoy agradecida por esa oportunidad. Y algo más: creo que voy a empezar a creer de verdad que sí soy “pilas”. Vamos, no puede ser mentira que en todos lados me digan que soy muy capaz, responsable, inteligente, dedicada, intelectual, etc. Y no sea cierto!! En los dos trabajos en donde tuve problemas por decir la verdad no valoraron nada de eso. En los demás, sí. Los pacientes me buscaban bastante y forjé buenas relaciones con ellos, con cariño, respeto y confianza. Además, creían en mí. ¿Por qué no me lo creo? ¿Por qué no valoro mis capacidades? Ya va siendo tiempo de creer, de realmente confiar en mí y en las capacidades que Dios me ha dado. ¿Cómo pretendo escribir y publicar si no me creo capaz de hacerlo bien? Claro, errores seguro cometeré, pero puedo aprender. La ventaja es que estoy consciente de ello y dispuesta a cambiar lo que sea necesario para mejorar.

Ahora, resolviendo problemas prácticos: en qué voy a trabajar? A cuál de tooodas las áreas que me gustan me voy a dedicar? Me gusta trabajar con personas. Me gusta la investigación. Me gusta ser útil y la asistencia. Me gusta compartir lo poco que sé.
Tiene que ser algo que me guste de corazón, que mi intuición me diga: ¡Sí!
Me tiene que dar oportunidad de tener tiempo para leer/investigar/ escribir. Por ejemplo: Necesito ir a La Antigua, a la hemeroteca o archivos del siglo pasado para recolectar los datos que necesito para una de las historias (esto significa que no quiero alguno de esos trabajos de 25 horas diarias!!).
Mejor si es algo estable, q no tenga q estar en zozobra cada mes o cada cierto número de meses.
Si no me dan IGSS, pues estoy dispuesta a ver si puedo pagarlo por mi cuenta; hay q pensar en el futuro… y además de un seguro, la pensión del IGSS en algo ayuda.

Posibilidades:
Animarme a poner una clínica para ver pacientes diabéticos y nutrición de adultos (inicialmente compartida) y trabajar con los productos Omnilife (si funcionan: seré mi conejillo de Indias).
Buscar trabajo en una ONG como asesora de proyectos o en otro puesto para adquirir experiencia, pero no en atención primaria.
Insistir, esperar, buscar en el INCAP.
Insistir, esperar, buscar en la Universidad, como docente.
Irme a Timboctú. Para ello necesito haberme graduado de la maestría.
Plan D: meterme a una residencia (¿Otra vez???). Plan desesperado. Sería medicina interna o psiquiatría. Una de esas. Incluso, me iría a Cuilapa o a Xela para la Medicina, aunque creo que allí se aprende menos (de intensivo y rollos raros), pero quizá es más tranquilo que el San Juan (al Roosevelt no regreso ni loca, y al IGSS, por haber renunciado, no tengo derecho de regresar durante 3 años…).
Irme a la montaña en plan hippie/ermitaña. Volverme una chamana. ¿Existen las chamanas o es un término exclusivo para los hombres? Curandera, pues! Eso sí, con conexión a Internet!! Vital.
Buscar trabajo en algo que NO sea ni docencia, ni medicina, ni nutrición clínica/ pública.
Huída total: volverme hermana de alguna orden religiosa o monja (me echarían por alegona...).


Y bueno, eso es lo que hay. Que mi nariz me guíe y la Fuerza me acompañe. Que el miedo no me ate. Sam, el tucán de Kellog’s decía: “Sigue tu nariz, y serás feliz”. Talvez no sea fácil y haya obstáculos –que sirven para aprender- en el camino. Pero talvez es parte del darle sentido a nuestra vida. Eso y amar. Namaste.



PD: Mi amiguita Sussanne, que estudia una Maestría en Nutrición en Chile, tiene un álbum de fotos en donde hay fotos preciosas de Guatemala. Si las quieren ver, esta es la dirección: http://spaces.msn.com/sussanner/ Y mi sueño de ir a estudiar fuera del país, aún vive…

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