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Sentimientos, reflexiones, historias y opiniones del viaje que es la vida.

marzo 28, 2006

Flores azules y amarillas 

28.03.06 Jirafita triste

Cuando yo era pequeña pasaban en un canal de la tele, películas de cuando Rocío Dúrcal era jovencita. Recuerdo “Acompáñame”, “Más bonita que ninguna” (me gusta mucho esa canción) y alguna otra más.

Luego, por la influencia que México ejerce en mi país, Rocío fue muy conocida por acá. Siempre se le escucha en la radio, con música pop o con boleros rancheros. No es que mi género musical preferido sea el ranchero, pero tampoco voy a negar que me gustan muchas canciones rancheras. Aunque algunas son tristes. No todas. Y hay muchas de despecho por desamores; otras muy machistas. Lo reconozco. Sin embargo, las de Juan Gabriel son bonitas. “El Principio”, “El destino” o “Te he escrito otra canción” (las últimas a dos a dúo con Rocío), son muy bonitas y alegres.

El apoyo que Juan Gabriel le dio a Rocío, fue decisivo para su triunfo en México y en América Latina. Hemos lamentado su muerte. Aunque si estaba sufriendo por el cáncer uterino, quizá fue lo mejor para ella. Por esta parte del mundo ella fue y sigue siendo muy querida. ¿Quién no conoce a Rocío? Mi mamá siempre fue su admiradora, desde que era jovencita e iba al cine a ver sus películas. Estuvo buscando en la televisión española y en antena 3 algún programa de homenaje a Rocío y no lo encontró. Sin embargo, hicieron programas en su honor en dos radios locales de mi país y en un canal televisivo de México. Descansa en paz, Rocío, y gracias a tu abuelo, por haberte impulsado a la música ya que nos dejaste muchos recuerdos, muchas canciones, tu alegría, tu presencia tan salerosa y encantadora siempre (aunque sólo te vi en la tele) y tu voz.

Independientemente de lo de Rocío, estoy triste. Desde la semana pasada.

No sé por qué estoy triste.
Quizá sea una mezcla de soledad, con sensación de opresión en el trabajo (definitivamente el mundillo hospitalario no es lo mío!) y ganas de salir corriendo. Lo cual no puedo hacer en este momento porque no tengo otro trabajo.

Hasta he llegado a pensar en consultar con un psiquiatra. Eso de seguir extrañando a alguien que nunca me amó y que nunca volverá ya me parece patológico. O el hecho de sentirme triste, tan profundamente triste por cada cosa que me sale mal (como la decisión errónea de entrar a la residencia), que no debería ser tan tragedia como resulta siendo… ¿Será una deficiencia de dopamina y serotonina? Es que de verdad, ya me está preocupando. Peor aún: ahora que sé que el síndrome de espalda baja dolorosa (lumbago, ciática, etc.) tiene una alta correlación con la existencia de depresión (curioso que el lumbago es una de las principales causas de consulta en todo el mundo…), y que desde el domingo 19 de marzo estoy con lumbago post esfuerzo. Olvidé las llaves del locker adentro y por intentar sacarlas, lo sacudí, lo incliné, lo coloqué horizontal en el suelo, y luego cuando intenté ponerlo en posición vertical… ¡pesaba mucho! Hice un gran esfuerzo y me dolió la región lumbar. No he mejorado mucho desde entonces.

Así que entre la lumbalgia, la rodilla (que aún me duele) y el síndrome del túnel del carpo en la mano derecha, soy candidata para ingreso al hospital de rehabilitación. En serio!

Vivo con sueño. Durmiéndome por todos lados. Hoy fui a parar muy lejos de casa en el bus: venía dormida. Me duermo (de pie) en las clases. El sueño crónico también puede estar relacionado con depresión. Y me siento muy triste. Debería hacer algo al respecto. Por ejemplo, no hacer nada: observar mi tristeza para escuchar lo que me quiere decir. O combatirla con métodos alternativos no farmacológicos (hacer yoga o tai chi, meditación, hacer ejercicio regularmente, bailar, cantar, ir a museos o a conciertos, escribir lo que llevo dentro –y no sólo este blog-). Si lograra establecer la causa (lo del hospital es circunstancial), para poder eliminarla de raíz, sería lo ideal.

He llegado a pensar que simplemente soy inconformista y me cuesta verle el lado bueno a la vida para poder ser feliz con lo que hay. Bueno. Tengo una vida para aprenderlo. De mí depende. Dios me ayude y reparta suerte.

La vida es muy corta. No vale la pena hacerse mala sangre ni vivir triste. Lo sé bien. A pesar de todo tengo fe: Primero Dios la tristeza pasará pronto. Que encuentre pronto otro trabajo. Y que haya paz en mi alma, y en cada ser humano que habita este mundo. Shalom. Namaste.

PD: He aquí unas fotos en donde Juanes (que lo sé, no es el más guapo, pero me gusta) se ve muy lindo. A ver si las logro subir al blog. No, no lo logré. Lástima!

Florencia es una chica argentina que encarna al personaje “Floricienta”, que tiene una novela (muy exitosa aquí en Latinoamérica) para niños, púberes y adolescentes, canta, y hace shows. En mayo vendrá a Guate’. Hay una canción de ella “Flores amarillas”, que he escuchado en la radio (en la Admisión se escucha música pop todo el día…) y es de las pocas canciones que me gustan. Es muy alegre, bonita y esperanzadora. Pensándolo bien: en la tristeza también puede estar influyendo el hecho de escuchar 6 horas diarias (el tiempo que estoy viendo pacientes) música pop, en donde el 80% de canciones son quejas de “me dejaste, te extraño, me traicionaste, te dejo, te lo pierdes, no me quieres, no te quiero, estoy triste, estoy solo, no puedo vivir sin ti… “ etc… Por eso prefiero la música sin letra, porque mi hipótesis es: “basura entra-basura sale”. Si alimentas tu cerebro con tristeza, produces tristeza. Y el hilo musical del hospital, es precisamente ESE tipo de música… ¡Pobres pacientes! Como si no fuera suficiente estar amputados, cuadripléjicos o parapléjicos, como para escuchar cual gotita de bartolina, lo triste que es la vida, el desamor que existe, y la soledad que muchas personas viven. Uno lo escucha día a día y cree que no le está poniendo atención, sin embargo, se va grabando. Siento que el inconsciente va guardando todo eso y reaccionando posteriormente… Es una buena hipótesis!! Habría que estudiarla. Quienes se dedican a musicoterapia han de tener estudios al respecto...


Flores Amarillas
Floricienta

El la estaba esperando,
con una flor amarilla.
Ella lo estaba soñando,
con la luz en su pupila.

Y el amarillo del sol
iluminaba la esquina
lo sentía tan cercano
lo sentía desde niña

Ella sabia que el sabia
que algún día pasaría
que vendría el a buscarla
con sus flores amarillas

No te apures,
no detengas,
el instante del encuentro
esta dicho que es un hecho
no la pierdas no hay derecho
no te olvides
que la vida
casi nunca esta dormida...

En ese bar tan desierto
nos esperaba el encuentro
ella llego en limusina,
amarilla por supuesto.

El se acerco de repente
la miro tan de frente
toda una vida soñada
y no pudo decir nada

Ella sabia que el sabia
que algún día pasaría
que vendría el a buscarla
con sus flores amarillas

No te apures,
no detengas,
el instante del encuentro
esta dicho que es un hecho
no la pierdas no hay derecho

no te olvides
que la vida
casi nunca esta dormida..
Flores amarillas...

Ella sabia que el sabia
que algún día pasaría
que vendría el a buscarla
con sus flores amarillas

No te apures,
no detengas,
el instante del encuentro
esta dicho que es un hecho
no la pierdas no hay derecho
no te olvidesque la vida
casi nunca esta dormida..

Ella sabia que el sabia
el sabia ella sabia

que el sabia ella sabia
y se olvidaron de sus
flores amarillas...

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