<$BlogRSDURL$>

Sentimientos, reflexiones, historias y opiniones del viaje que es la vida.

mayo 03, 2004

Post atrasado... =) 

29.04.04 Jirafa con pendientes

Con pendientes –de plata y jade- de los que se llevan en las orejas y con muchos comentarios pendientes. Veamos, veamos. Primero, al fin se decidió a hacer calor. El cielo de verano es precioso: despejado y lleno de estrellas, planetas y una luna que los mece con suaves rayos. Me encantan las noches de verano. Lo más que ha hecho son 28º C, que está aún tolerable. Me gusta ver atardecer y ver cómo la oscuridad va imponiéndose y permite observar los astros. Es paradójico, porque hasta se puede decir que la oscuridad ilumina un poco.

Uno de mis pacientitos tuvo un ECV hemorrágico, con un hematoma subdural enorme y empezó con edema cerebral. No quiere ser operado. No quiere ser hospitalizado. Ojalá no sufra mucho porque no sabemos cuánto tiempo estará así antes de fallecer. Él no se quiere operar, pero si quisiera tendría pocas posibilidades de ser admitido en sala de operaciones de un hospital público, por ser anciano… y la familia, acongojada, me dijo que lamentaban no poder contar con el dinero para operarlo en una clínica privada. Such is life! Sólo le pido a Dios que no sufra mucho. Faltan pocos días para la boda del Príncipe Felipe. Murieron ciento treinta y pico de personas con más de mil heridos en Corea del Norte, en un accidente ferroviario. El show de la Britney Spears fue criticado severamente en Londres. Hubo un atentado grande en Basora (lamentablemente, siguen los atentados terroristas… Nadie se indignó mayor cosa… Nadie de los países del primer mundo…). Asesinaron cruelmente a tres mujeres más, ayer en mi país. Acaban de descubrir no sé qué cosa –qué buena informante soy- en las estelas mayas en mi país. Lincharon a un alcalde en un pueblo de Perú. No sé qué fue del caníbal alemán que se comió a su amante. Tengo un amigo que no comprende el término amante, porque dice que en Suecia eso no existe con la connotación que tiene en Latinoamérica. Y mientras tanto, mi perrito duerme plácidamente junto a mí.

Hay quienes dicen que los perros son malos porque los entrenan para el ejército y la policía, porque son domesticables. Yo digo que los perros no tienen la culpa. Son animales gregarios, de manada y siguen a su líder alfa dominante. Que los usen para acciones represivas no es culpa de ellos. Yo no digo que los gatos o los perros sean mejores o peores. Simplemente son lo que son. A mí, me gusta de los perros lo cariñosos y alegres que son. Sin embargo, me encanta la independencia, la agilidad, y el saber estar de los gatos. Y he conocido alguno que otro gato cariñoso. Mientras mi Coper viva, no puedo tener a un gatito. Sería un lío tremendo. Pero quiero que mi Coper viva bastante. Es un perro muy lindo, noble y súper cariñoso.

El jueves se celebró el día mundial de la Tierra. Ojalá y lo podamos seguir haciendo por muchos años más, porque cierto que es nuestra madre, pero creo que le estamos colmando la paciencia por el mal trato que le damos. El viernes se celebró el Día del Libro a nivel mundial, conmemorando la muerte de Cervantes y Shakespeare. ¿Qué casualidad, no? De los más influyentes en ambas lenguas, venir a morirse el mismo día. Y en España, sobre todo en Cataluña creo yo, se celebró San Jordi. Felicidades atrasadas a todos los Jorges, Jordis, George y demás en su Santo. Es chistoso porque nos guste o no, aún hay mucha influencia del catolicismo en la vida diaria de Iberoamérica. Aunque a decir verdad, en Latinoamérica el día del santo ni se recuerda ni se celebra. Quizá hace algunas décadas, en los pueblos aún, pero ahora… No, no puedo asegurar nada. Quizá en algunos pueblos todavía se celebra. El sábado se celebró el día del libro en una calle peatonal que tiene ya… ¡tres años!? ¡Hombre! Cómo pasa el tiempo!! Están intentando crear –y lo están logrando- un distrito cultural en dos calles de la ciudad. Lo que no me parece es que lo están haciendo algo elitista, y bastante europeo. No tengo nada contra lo europeo –de hecho, me gusta-, pero podrían haberlo hecho, no sé, futurista, de vanguardia o intentando mezclar rasgos de la cultura del país. Sin embargo, de eso a nada, mejor eso. Fui a una exposición del “libro objeto” y había libros hechos con toda clase de materiales. Faltó uno de galletas, por cierto. De galletas de jengibre.

Estaba dándome cuenta (¡oh, el agua azucarada!) de que la objetividad no existe. Todo lo que decimos y hacemos es subjetivo. Todo. Hasta los temas científicos que investigamos. Si decidimos ser astrónomos para descubrir el origen del universo, claro que las investigaciones astronómicas son (y deberían ser) objetivas, pero lo que nos impulsa a hacerlo, no lo es. Ni nuestras opiniones, ni lo que elegimos hacer (o no hacer) con nuestras vidas, la forma en que hablamos, nos paramos, nos vestimos, comemos, lo que leemos, escuchamos, o soñamos todo, todo eso es subjetivo y es reflejo de lo que llevamos por dentro. De lo que somos. Por eso me quedé pensando en lo que dijo mi amigo acerca de que él sabía que todo lo que hacíamos era un reflejo de lo que llevamos dentro, heridas incluidas, pero que él prefería no tocarlas y que nadie se las tocara. Me puse a pensar: “Si yo tengo heridas que no quiero destapar, ni tocar ni pensar, tampoco quiero que nadie las mire ni las toque. Si yo no acepto que tengo heridas y soy vulnerable y necesito curarlas, siempre va a haber una parte de mí que voy a esconder y rechazar y si alguien se acerca demasiado, me defenderé como pueda para que no vea eso tan feo de mí. Si yo no me acepto ni me amo tal como soy, no puedo aceptar a otras personas ni amarlas plenamente. Y si no curo mis heridas, las arrastraré toda la vida haciéndome daño o haciéndole daño a otros quizá sin intención de dañar, sólo como mecanismo de defensa para no ser descubierta”. Sí, suena a manual de psicología barata. Y al final es sólo mi opinión –subjetiva, obviamente- en base a mi experiencia. Ojalá algún día mi amigo decida cambiar de opinión. Y no diré “por su bien” porque luego- luego, los defensores acérrimos de la autodeterminación y la libertad dirán que quién soy yo para decidir si eso le hará bien o mal. Y la verdad, en eso tienen razón. Simplemente veo que no es muy feliz con su vida y quizá al curar sus heridas, lo sería. A lo mejor sería por su bien…

Por último, y hablando acerca de que aún no entiendo a qué planeta iba y como vine a aterrizar aquí, me está pasando algo muy chistoso: las pacientes, señoras con hijos ya creciditos (veinticinco años en adelante), me llevan a presentar a sus hijos solteros… ¡Es tan gracioso! Hoy una me insistó tres veces: “¿Ya le presenté a mi hijo, doctora?”. Todas dicen que soy muy dulce, y muy linda y muy amable… Nada, soy una jirafa que se tiene que cuidar del sol, que con tantos halagos ando hecha un dulce y un bombón, y me puedo derretir. A mí mejor me da risa. La verdad, quiero mucho a mis pacientes e intento hacerles consciencia para que se cuiden y eviten complicaciones dolorosas, caras y prolongadas. La diabetes no es el final, como muchos de ellos creen. Creo que lo más importante en medicina, es además del conocimiento técnico y científico, es saber apoyar y brindar esperanza. Y hacerlo todo con amor. Pero siento que eso no es sólo en medicina, sino en cualquier trabajo, situación o relación que se presente en nuestras vidas. Namaste.

Entre lluvia, estrellas y luna... 

03.05.04 Jirafa bajo la lluvia

Las noches de verano me encantan... He andado bajo la llubie... Y bajo el sol… Que ya está haciendo bastante calor, pero también empezó a llover. Y bajo la lluvia de los comentarios. Hoy encontré a una compañera de promoción, de esas con quien sólo te dices por todos los pasillos de la facultad “hola” o “adiós”, con quien no he intercambiado durante toda mi vida más de cien palabras a lo sumo. Y así, sin preámbulos me preguntó si ya había vuelto de España y si me había casado… Me quedé de piedra. Fingí demencia y dije que no, que nada que ver y ella insistió: “Es que me dijeron que te habías casado o vivías con un español, algo así”. Le indiqué que estaba mal informada y añadió: “Yo sí me casé el año pasado”, con aire triunfante. ¡Hombre, no sabía que había concurso! ¿Arpía? No lo sé. Quizás quería sentirse bien –porque está angustiada por su futuro profesional- y esa fue la forma que encontró para lograrlo. Lo triste fue que lo logró porque al despedirme de ella, terminé sintiéndome como si había perdido algo… No puedo permitir que comentarios así me saquen de onda. De contexto. Me desestabilicen. O pinten mi día de gris. Y sólo yo puedo evitarlo. Siempre encontraré personas así, con comentarios y preguntas de doble intención. Así es la vida y no puedo hacer nada para cambiar las cosas. Pero si me vuelven a preguntar, volveré a negar hasta la muerte. La verdad, no me interesa comentar mi vida con nadie. ¿Y entonces qué hago escribiendo aquí? Bueno, nadie me conoce. El anonimato es un buen recurso para desahogarse sin comprometer la privacidad.

Y hablando de desahogarse… Tengo bien asumido que siempre que hay amistad entre hombres y mujeres puede surgir cierto grado de atracción de ambas partes o de una más que de la otra. Preferiría que las cosas fuesen de otra forma, pero creo que sólo teniendo amigos hombres homosexuales en exclusiva se puede evitar eso. Y preferiría que fuese de otra forma porque ya he estado del lado de la que se enamora irremediablemente de su mejor amigo y ve cómo éste se casa, y es duro. También he estado del otro lado, en varias ocasiones; de hecho dos veces durante este año y me da pesar porque sé lo duro que es y agradezco mucho ese regalo (siento que el hecho de que te quieran y les gustes a otras personas es un regalo; claro que todos merecemos amor, pero hay que ser agradecidos también), pero no puedo corresponder. Por mí no hay problema, yo puedo seguir siendo tan amiga como siempre. Y de hecho prefiero confirmar las sospechas para evitar comportamientos extraños (siempre que se reprime algo, resurge con mayor fuerza), aunque reconozco que a veces puede ser difícil manejar este tipo de situaciones posteriormente. Lo que usualmente me ha sucedido, es que mis amigos terminan alejándose de mí. Normalmente cuando encuentran novia o esposa, según el caso. Sin embargo, ahora me sucedió un caso particular: un amigo casado, que no cree en la monogamia me ha propuesto salir. ¡Y su esposa lo medio aprueba a pesar de que ella sí es monógama! Los argumentos de él aparentemente son muy válidos: que el amor es el amor, no a la represión, que los seres humanos son monógamos por convencionalismos sociales pero que la mayoría de mamíferos no son fieles a sus parejas, y hasta argumentos de trascendencia espiritual –a través del tantrismo- me dió. Si él me gustara, quizás lo pensaría. Pero no: seré reprimida, cuadrada, convencional, romántica y todo lo que se quiera decir, pero creo que merezco una pareja a plena luz, no alguien con quien tenga que esconderme, alguien a tiempo parcial. Agreguemos a eso que conozco a su esposa. Eso no es ético. No me sentiría bien conmigo misma haciendo algo así. Es traición de género. ¡Ay, el sexo! Freud podrá ser todo lo criticado que se quiera, pero eros y tanatos siguen gobernando la mente del ser humano por más que se quiera ocultar con todo tipo de argumentos, aún de tipo espiritual-tántricos… El objetivo es el mismo. Y sí, el tantra me interesa, pero con una pareja a quien ame y que me ame, no sólo por pasar un buen rato. Y que digan lo que quieran de mí. Soy célibe y ni me avergüenzo ni me vanaglorio de ello. Cada quien es como es y yo respeto, pero que no se metan conmigo. Si este chico sigue insistiendo, lo tendré que apartar de mi lado y punto.

Yo no puedo ponerme moralista y decir: “nunca seré infiel”. No puedo. Pero aquí y ahora, mi naturaleza tiende a la fidelidad y la monogamia. Sé que no es fácil y que por naturaleza el hombre –sobre todo el hombre-, desde tiempos de las cavernas tiende a diseminar su semilla en el mayor radio y con la mayor frecuencia posible. Creo que muchos de los comportamientos de los seres humanos resultan tan complejos y complicados respecto a las normas sociales porque estamos gobernados por millones de años de instintos que hemos querido aplacar con ocho-diez mil años de civilización. Y eso no es fácil. Que sea correcto o mejor o peor, no lo digo. No soy quien para decirlo. Creo que cada persona tiene que encontrar lo que funciona para sí misma, conocerse, ver su evolución y actuar en consecuencia. Respeto las diferencias de opinión y las comprendo perfectamente, pero yo soy así ¿Qué le voy a hacer? Y me gusta ser como soy.

Y como el tema viene al caso, hablaré de los chicos que me gustan. Las jirafas también tenemos nuestro corazoncito. ¿Quiénes son? Chayanne, Alejandro Sanz, Brad Pitt, Sean Connery, Pierce Brosnan y Keanu Reeves. Por lo que aparenta, por lo que se ve, por lo que dejan traslucir en entrevistas y en su vida, se puede tener una idea aproximadísima de ellos (que quizá no sea la realidad, pero bueno…). Los primeros tres me caen bien y me gustan por lindos, tiernos, dulces y sensibles. Los otros dos por seguros de sí, fuertes y varoniles. Y el último por el típico ánimo de salvadora aprendido por generaciones de mujeres. No sé por qué se me hace un chico perdido y malo, que hay que rescatar. Qué patético, no? No, eso de ser salvadora o de pretender ser salvada es pasaporte seguro para el fracaso de una relación. O al menos para una mala relación de pareja. Lo mismo con ser la víctima y buscar que te rescaten. Fatal. Ya no juego a eso. Ya suficiente.

Tengo que animarme a salir sola. ¿Cómo voy a conocer chicos si no salgo? El sábado iba a salir pero al final mis amigas se hicieron para atrás y me quedé guardadita en casa y frustrada pues estaba emocionada con la salida. Es un riesgo salir sola en un país con tanto machista suelto. El viernes cuando estaba en el arriate central esperando cruzar una calle de doble vía, me gritaron leperosidades de un auto y otro auto –uno de modelo reciente- frenó junto a mí mientras el fulano me decía que me subiera… ¿Qué diablos se creen? ¡En fin! Me pregunto, ¿Son tan cletos para atraer a una chica o tan poca cosa se sienten que necesitan montar esos espectáculos? Por esas cosas es que me atemoriza un poco salir sola, porque no sé cómo lidiar con tipos abusivos, y encima bebidos, porque si vas a un bar o a una calle llena de cafés, eso es frecuente. Lo más probable es que reaccionaría a la defensiva o quizá hasta agresivamente, y no quiero eso. Porque ese tipo de comportamiento incentiva a algunos tipos. Lo mejor es la indiferencia. Sí. Funciona para todo. Debería ir incorporando ese tipo de comportamiento en mi acervo. Por precaución.

No habiendo nada más que hacer constar respecto a amigos hombres, y esperanzada en que podré conservar la amistad con los pocos amigos hombres que están presentes en mi vida, termino entre gotas de lluvia que refrescan el calor del día. Namaste.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.