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Sentimientos, reflexiones, historias y opiniones del viaje que es la vida.

marzo 04, 2005

Cambia, todo cambia... 

Todo cambia (Julio Numhausen)
Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo
Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño

Cambia el más fino brillante, de mano en mano su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir de un amante
Cambia el rumbo el caminante, aunque eso le cause daño
Y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño

Cambia, todo cambia, cambia, todo cambia

Cambia el sol en su carrera, cuando la noche subsiste
Cambia la planta y se viste de verde la primavera
Cambia el pelaje a la fiera
Cambia el cabello el anciano
Y así como todo cambia que yo cambie no es extraño

Pero no cambia mi amor, por más lejos que me encuentre
Ni el recuerdo ni el dolor, de mi pueblo y de mi gente
Y lo que cambió ayer, tendrá que cambiar mañana
Y así cambio yo, en estas tierras lejanas
Cambia, todo cambia, cambia todo cambia...
Cambia todo cambia...
22.02.05 Jirafa principesca
Por el Principito, no por nada más. Me encanta ese librito. Lo quiero mucho, la verdad. Se parece un poco a mí: quería tener amigos y no había sabido amar a su flor… Están criticando mucho a la Camilla Parker-Bowles, la futura esposa del Príncipe Carlos de Inglaterra. Que se viste mal, que es fea y no sé qué más. Si yo fuera de la realeza, o una top model, o una millonaria, una diseñadora de modas, o alguna figura pública tendría que preocuparme mucho de cómo ve visto y cómo me veo. Gracias a Dios mi mundo no es ese y puedo andar a mi aire y ser libre. En esos mundillos sí que se debe valorar muchísimo la apariencia: son de apariencia. Y sin embargo, lo más importante es lo de adentro.
Aún así ya he escuchado algunos comentarios (indirectas) de mis compañeros de trabajo diciendo que si los médicos no se visten bien, que cómo se les va a exigir a los estudiantes que anden bien vestidos… Ay, ¡Para lo que me importa! Los alumnos son niños de entre 17 y 20 años!! ¿Cómo voy a pretender que se vistan muy formales? Y yo, ¿por qué me tengo que vestir muy formal o elegante todos los días? ¿Por qué no puedo andar de zapatos bajos o botas y faldas largas? Es absurdo… Uno no es la ropa, y la ropa es una forma de expresar lo que somos/sentimos (pregúntenle a cualquier diseñador). Un día puedo llegar formal, sí. Y cuatro días informal: de jeans, de faldas largas, de pantalones más casuales… Si nadie es capaz de ver lo que hay dentro de mi, pues ni modo, ellos se lo pierden. No soy mejor o peor médica o docente por andar vestida de Channel o con ropa sencilla. “El hábito no hace al monje”, decía mi sabia abuelita.

Algo que me parece curioso en ese largo y sufrido romance de la realeza inglesa es el hecho de que el Príncipe Carlos, siendo del signo leo, no sea atractivo para las masas. Usualmente los leo ejercen cierto tipo de fascinación y tienen dotes histriónicas que les hacen llamar la atención del público y algunas veces hasta tienen poder de convocatoria. Quizás su ascendente lo opaca un poco. Otro dato curioso es que tanto Diana como Camilla son del signo cáncer. ¿Qué pasó, pues con Diana? El fin de semana leí en una revista Vanidades en el súper, que al Príncipe le sentó muy mal que la prensa (y el público en general) le ponía más atención a Diana que a él. Yo creo que no hay nada peor para un leo que quedar en segundo plano, no ser el que brilla siempre. Con Camilla el Príncipe no tiene ese problema. Está a salvo. Y bueno, seguro que la quiere también, porque de lo contrario no habría seguido amándola (a pesar de todo) por más de 30 años. Es el amor Y el destino. Aunque lo queramos negar es así: lo que tiene que suceder, sucede. Y no hay nada que podamos hacer para huir de ello o retrasarlo: llega.

Por otro lado, he leído dos descubrimientos recientes que me tienen muy alegre (porque confirman mis sospechas):
1. En una publicación de la revista Nature Neuroscience se dio a conocer un experimento con no videntes: se descubrió que el ser humano tiene la capacidad de reconocer los sentimientos de las personas aunque no se les vea el rostro. Esto se explica porque la resonancia magnética que producen nuestras emociones activa una región localizada en el lóbulo temporal del cerebro, lo que permite que aún sin ver, procesemos información de manera inconsciente. O sea que ya se encontró la base científica del “sexto sentido”. Me alegra porque yo sabía que sí existía y tenía su base lógica, pero para los escépticos, ya hay pruebas. Y entonces, cuando una persona me agrada (o no me agrada) independientemente de sus palabras o de sus gestos, es porque he percibido sus verdaderos sentimientos más allá de lo que quiera/pueda aparentar. Esto me da más bases aún, para confiar en mi intuición.

2. Una colega del trabajo nos contaba que leyó en un artículo del New England Journal of Medicine (no sé qué edición) que cuando hay una ruptura, una pérdida amorosa, el dolor puede llegar a ser físico y semejar a un infarto. Incluso pueden llegar a quedar lesiones en el músculo cardíaco. Recuerdo que más o menos en octubre/noviembre del 2003, unos días después de que mi ex me había dicho que nunca me había amado y que no le escribiera más, estaba llorando en el salón (se me formaron dos líneas de expresión muy marcadas, entre la nariz y las comisuras labiales, por tanto llorar) y sentí un dolor en la región precordial que me hizo recordar los síntomas y signos de un infarto: sudaba, me costaba respirar, me dolía el pecho y el brazo derecho. Yo lo atribuí al dolor del alma. Sin embargo ya antes había leído que las personas que se han deprimido tienen más riesgos de sufrir IAM (infarto agudo al miocardio). Así que yo estoy en riesgo… No, si lo de “corazón partío” y de “me duele el corazón por tu desamor” no es tan poético… Tiene una base fisiológica real.

Por lo que quizás la Niña de Guatemala del poema de José Martí sí murió de amor. Dicen que ya nadie muere de amor. Yo rebato esa opinión: yo estuve a punto de hacerlo. “La niña de Guatemala” es un poema de José Martí. Cuenta la leyenda que lo escribió para una chica que se había enamorado de él, cuando él estuvo viviendo acá en Guate’. Él le dio alas a ese amor y luego se marchó a México y se casó con una cubana. Cuando ella supo que él se había casado con otra chica caribeña, se enfermó, se enfermó y se murió. Cuando él regresó y supo lo sucedido, escribió el poema (¿Cargo de consciencia?). En fin, los males de amores sí existen. Y pueden ser mortales. Por eso hay que cuidar mucho el amor cuando nos llega, y no callar lo que sentimos. Namasté.

LE TENGO RABIA AL SILENCIO (Atahualpa Yupanqui)
Le tengo rabia al silencio
por lo mucho que perdí
que no se quede callado
quien quiera vivir feliz
Un día monté a caballo
y en la selva me metí
y sentí que un gran silencio
crecía dentro de mí

Hay silencio en mi guitarra
cuando canto el yaraví
y lo mejor de mi canto
se queda dentro de mí
Cuando el amor me hizo señas
todo entero me encendí
y a fuerza de ser callado
callado me consumí
Le tengo rabia al silencio
por lo mucho que perdí
que no se quede callado
quien quiera vivir feliz


LOS EJES DE MI CARRETA (Atahualpa Yupanqui - Romildo Risso)
Porque no engraso los ejes
me llaman abandonao
...Si a mí me gusta que suenen,
¿pa' qué los quiero engrasaos?
Es demasiado aburrido
seguir y seguir la huella,
demasiao largo el camino
sin nada que me entretenga.

No necesito silencio,
yo no tengo en qué pensar.
Tenía, pero hace tiempo,
ahura ya no pienso más.
Los ejes de mi carreta
nunca los voy a engrasar ...

La niña de Guatemala (José Martí)
Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos,
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda.
...Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor:
El volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.
...Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
Él volvió con su mujer:
Ella se murió de amor.
Como de bronce candente
Al beso de despedida
Era su frente la frente
¡Que más he amado en mi vida!
...Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos:
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de amor!

23.02.05 Jirafa que quiere ser ermitaña (o veterinaria)

Cuesta trabajar en grupo. Sobre todo con mujeres. Más aún en un grupo heterogéneo. Será un reto para mí poder sobrevivir a mis compañeros (compañeras, sobre todo) de trabajo. Una de ellas anda compitiendo por un chico que tiene novia. Otra compite no sé por qué. Las mujeres somos muy competitivas. Los hombres también. Pero normalmente (normalmente, no siempre) los ataques de los hombres son más directos, por lo menos. En fin!! Paciencia y no dejarme envolver en el jueguito ese. ¿Qué es lo que quieren? Hacerme sentir mal. Hacerme caer en su trampa (algún tipo de satisfacción les ha de producir actuar así). No lo van a lograr. Me niego a participar en eso y perder mi paz. Me niego.

04.03.05 Jirafa seductora

El clima ha cambiado. Ya empieza a hacer calor aunque ahora de nuevo atravesamos una onda fría. El país está muy influenciado por las corrientes del viento Norte. Miro las fotos heladas y pálidas de otras latitudes y, aunque el calor no me agrada, creo que es mejor que las nieves eternas e invernales. Si aquí nevara, morirían muchas más personas por el frío, como sucedió en la India. Siempre mueren algunos indigentes, a pesar de los refugios que instalan: no todos llegan hasta allí. Y bueno, la temperatura ha bajado un poco pero tampoco bajó tanto, como a principios de enero. Ojala que en Semana Santa no haya tanto calor: el calor me desespera y me baja la presión, por lo que ando semi-desmayada para el verano. Además, quiero ir a visitar a una amiga que vive en clima cálido y por eso espero que el clima se mantenga como hoy.

Ahora comprendo por qué las mujeres usamos ropa incómoda (o zapatos incómodos, como los tacones tan altos que están de moda). Es puro ego y narcisismo. El cuidado del alma nos habla de cuidar el cuerpo, pero de eso a ponerse en exhibición para hacer voltear cabezas… Ese es el poder de la ropa. Y es increíble. Siempre he creído que una como mujer no necesita colocarse en el plano de objeto sexual para lograr lo que una se ha propuesto, no importa si eso es aprobar una clase en la universidad, lograr un ascenso en el trabajo o un descuento en las compras. Siento y sé que tenemos la suficiente capacidad intelectual y emocional para lograr las metas que nos tracemos. Y por eso siempre me han desagradado las mujeres 100% preocupadas de su imagen, que logran las cosas a través de minifaldas y escotes, de palabras zalameras, sonrisitas y miradas prometedoras de que “algo” va a caer (¿el bikini? ¿el pantalón de la víctima?).

Sin embargo, últimamente he estado realizando algunos experimentos con la ropa. Y surten efecto. Te da poder. Según como te vistas puedes detener el tráfico, hacer que los hombres se comporten más amables y caballerosos, lograr que me digan “Seño” y no “Señora” (“Seño” les dicen acá a las señoritas, pero a mí desde que tengo como 17 ó 18 años me han dicho señora, quizás por lo seria, quizás por la ropa tan austera y formal que he solido llevar), o como ayer, lograr que el profesor con quien cuidé examen (esta semana fue semana de exámenes parciales en la facultad), a quien nunca había visto, se pasara la hora completa intentando hablarme, con cara idiotizada, ojos enormes y sin darse cuenta de lo que sucedía con los alumnos… No lo voy a negar, cierta ropa te da poder. Aunque creo que en mi caso no depende tanto de la ropa: es que me siento poderosa.

Así que la consigna ahora es fastidiar a los hombres. Me da risa la cara idiotizada que ponen, mi ego femenino-coqueto, durante tantos años desnutrido se siente alimentado –finalmente-, tengo concesiones y no dejo de ser inteligente por arreglarme!! Una de mis mejores amigas siempre se ha arreglado y obtuvo el segundo lugar de la promoción de medicina. Una cosa no niega a la otra, como yo creía antes. Minifaldas pues no uso tanto por falta de vehículo, pero si anduviera en uno, seguro que las usaría más a menudo. Tampoco es de todos los días, que me aburre invertir tanto tiempo en eso. Además, prefiero la comodidad ante todo. Pero al menos dos o tres veces por semana… Je, je, je, a ver cómo evolucionan las cosas.

Lo único es que se atrae la atención de todos por igual: hombres y mujeres. Y una de mis compañeras de trabajo, al parecer, por sus actitudes y lo que me ha dicho el viernes pasado, es lesbiana. Pero es rara porque por un lado tiene comportamientos y dice cosas que te hacen pensar en que es lesbiana, y por otro, anda detrás del único compañero soltero que hay en el grupo, un chico 9 años menor que ella. Lo abraza, se recuesta en su pecho y su hombro, le coloca las manos en las piernas, le toca el cuello y la cara, y él se deja hacer. Es el que tiene una novia celosa. Y bueno, es que si a mi novio le hicieran eso, tampoco a mí me agradaría… Y eso que ella no sabe lo que le hacen a su novio en el trabajo –y el se deja-. Es un chico muy blandengue, parece un niño de 10 años que se porta bien para que mami (y todo el mundo) lo quiera y lo apruebe. Un ejemplar de chuchito faldero. ¡Pobrecito! Pero igual, como esa compañera que es psiquiatra (¿¿¡!??) ahora anda molesta conmigo porque el chico es muy atento con mi personita, pues vamos a hacer que se moleste por algo… ¡Qué mala soy! Sé que no puedo generalizar, pero después de lo que me pasó con la psicologita esa que se casó con mi ex, y ahora con esta psiquiatra que me mira con ojos de odio y es mal educada conmigo (porque ignoré sus acercamientos lésbicos y porque el chico que ella pretende es amable conmigo), tengo cierto recelo hacia el gremio de salud mental (¿o enfermedad mental?), sobre todo la rama femenina. No, no Jirafita. Lo que quieres hacer no es correcto. Estás haciéndolo con premeditación, alevosía y ventaja, además ni te interesa el chico. Es pura vanidad y narcisismo. OK, no lo haré. Pero tampoco voy a dejar de ser como soy, ni a rechazar irme en el carro con el chico (me encamina a mi casa a la hora de salida), sólo para que las demás no se molesten. NO estoy haciendo nada malo y nadie me puede señalar nada. Lo único es que en este país de mentalidades 90% retrógradas, sólo te ven hablando con un chico y es porque allí ya hay algo más, y si te subes al auto con él, o eres su novia, o eres su esposa, o eres su amante. ¡¡Qué estupidez, no?? Pero así son las cosas acá. ¿Amistad? ¿Compañerismo? No, eso no es posible…

A principios del 2004, aconsejada por una amiga coloqué mi perfil en match.com. No me habían escrito –nadie-, hasta hace un mes, que me empezó a escribir un chico de acá. La cosa pinta a patética porque apenas nos hemos escrito unas cuatro o cinco veces, sus cartas parecen interrogatorios, casi nunca contesta a mis preguntas y encima, el martes fue su cumpleaños y me ha reclamado porque no lo felicité (¿?). El martes intentaron despedirme del trabajo. Yo renuncié antes. Les resulté molesta por no caer en su jueguito de ser esclava sexual y/o dejarme avasallar y encima, les señalé sus errores, y aunque propuse soluciones, no las escucharon. Ni modo. Pero estoy contenta de haberme ido de un lugar en donde el gerente acosa sexualmente a las compañeras o las agrede verbal o físicamente, en donde se ponen la fachada de ONG de ayuda –para no pagar impuestos- pero lo que quieren es lucrar con la necesidad de la gente pobre. Aprendí mucho estando allí y agradezco la oportunidad. Además, mis pacientes se portaron muy lindos y les llegué a tomar cariño. Pero todo tiene un límite… Así que me siento tranquila y liberada de haberme salido de allí. Era un nido de vívoras Es tiempo de empezar una nueva etapa.

Pues bien, el chico este me había dicho que su cumpleaños era el 1 de marzo, y como aún no clasifica ni como cuate (¡Menos como amigo!), y además yo andaba tensa por el trabajo, a mí se me olvidó. Me recordé ya a punto de dormirme. Pues el 2 encontré un correo en son de reproche de “no me escribiste ayer, te extrañé”. Además, insiste en que nos hablemos por teléfono y nos conozcamos. Ya con eso perdió muchos puntos. Se nota desesperado. Me está presionando, me está reclamando cosas que nada que ver!! (lo del cumpleaños!!) ¡¡Por favor!! ¿Qué diablos se cree? Si después de cuatro veces de escribirme se siente con ese derecho (que yo no le he dado), que se olvide… Ya con eso está descalificado. Además me mandó unos versos (muy malos, pobre!) diciéndome no sé qué cosas! ¡Ja! No, a mí ya no me hacen caer con halagos, regalos, versos, ni nada de eso. Esos tiempos quedaron atrás. Ya le he dicho que si eventualmente nos llegamos a conocer, y no hay química (y lo dudo al menos de mi parte, porque ya perdió mucho con lo que ha hecho), pues podemos ser amigos. Pero ya conozco el caso, ya lo conozco demasiado bien porque me ha sucedido en cinco o seis ocasiones, de las cuales sólo en una se ha podido conservar la amistad: Las otras pasaron a la categoría de “cuates” o conocidos nomás.

Caso típico: el chico me cae bien, le tengo cariño, incluso puedo quererlo mucho como amigo, pero NO me gusta… A él sí le gusto yo. El pobre es tan ciego que no se da cuenta de lo evidente (que sólo me interesa su amistad), me dice algo medio sutil. Le aclaro que no. Me dice algo ya más directo. Insisto en que gracias pero no. Él insiste, yo persisto en que no. Pregunta por qué, le digo que no hay química. Insiste. Lo ignoro. Y luego dos cosas: a. empieza el ataque ad hominem (me dice cosas para hacerme sentir mal, según él –antes lo lograban, a partir del año pasado ya no-) b. Huye y deja de ser mi amigo. Es realmente patético.

No quiero pasar por toda esa desagradable situación con este chico, y ya ha dado muestras de cómo es. Es terrible, no? Luego me preguntan (léase con cara de tont@): “¿Y por qué no tienes novio?”. Hay gente tan, pero tan metida!!! Ayer fui a comprar unos tenis (zapatillas de deporte), porque los que tenía ya están todos hechos lata (tienen casi dos años) y me cansaban mucho al hacer aeróbicos. La señora de la tienda donde los compré entabló conmigo esta “conversación”, mientras yo me probaba algunos modelos de tenis:
Vendedora: -Usted es maestra?
Yo: -Sí
V: - De primaria?
Yo: - No, de la universidad.
V: - ¿Y está casada?
Yo: -¿Por qué lo quiere saber?
V: -Me va a decir: “No, por la gracia de Dios” Es que ahora las patojas se casan bien jóvenes, sólo salen del colegio y se casan (yo pensé: ‘siempre ha sido así, de hecho, ahora se casan un poco más grandecitas, sobre todo las que han estudiado’) ¿Y cuántos años tiene?
Yo: - No le voy a responder nada. ¿Esto es un interrogatorio o qué?

¡¡La gente es tan, pero tan entrometida!! Dicen que los europeos y gringos son muy individualistas y no se interesan por lo que pase con sus vecinos. Aquí todo el mundo le interesa lo que sucede con los demás, pero por puro morbo, por amarillismo o para tener de qué chismosear. ¿Es que no existe un sabio término medio en el que nos interesemos por los demás para acompañarlos o ayudarlos si están mal, alegrarnos si les va bien, y ser solidarios, sólo por simple humanidad?

Y cambiando radicalmente de tema, he estado pensando que merezco lo mejor. Toda la vida he sido muy crítica conmigo misma, yo misma me he puesto trampas, a veces (por la misma perfección que me exijo –y le exijo a los demás-) he dejado pasar buenas oportunidades (de trabajo, de chicos), por no sentirme merecedora de algo tan bueno, por creer que no podía sacar adelante el reto que me proponían y creerme incapaz… No he valorado en su justa medida mis virtudes ni mis dones. Tanto físicos, como mentales y emocionales. Los espirituales son de Dios a través del Espíritu Santo. Por ello fue tan fácil para la psicóloga convencerme de que yo estaba muy mal, de que la depresión NUNCA se curaba y era recurrente y de que era mejor estar sola porque eran muchas cosas con las que tenía que lidiar. En lugar de darme ánimos, la infeliz… En fin, allá Dios con ella, pero ojala que cambie –o talvez sólo fue así conmigo, para lograr su objetivo: acercarse a mi ex - , por el bien de las personas que consulten con ella…

Y ya es tiempo de valorarme con honestidad, realismo y en su justa medida. No se trata de caer en trampas egocéntricas y narcisistas. Pero tampoco de seguir toda la vida como felpudo de las circunstancias y de las personas que quieran pasar sobre mí. Por cierto, es una lástima que no me gusten las leyes: siendo abogada estaría en mi salsa… Con lo rebelde y contestataria que soy, allí la haría.

No tengo que ofenderme si me dicen algún halago ni negarlo, ni ponerme a la defensiva. Así como aquel compañero de trabajo –un pediatra ya grande- que me dijo un día viéndome con ojos de admiración –que yo interprete como ojos de perro-: “Doctora, no la había visto con pantalón”. Me dieron ganas de sonarle. ¿Por qué? No soy miss universo, pero la verdad no estoy tan mal y mi cuerpo es atractivo. ¿Por qué me voy a enojar porque me lo digan? Mientras guarden la distancia y el respeto, no hay problema. Y creo que el tema de “soy distraída”, es parte de lo mismo: no querer comprometerme con mi vida y conmigo misma. Pasar de todo y excusarme en que soy distraída. Lo mismo con el tema “todavía amo a mi ex…”. Cariño le guardo, y rezaré por él toda la vida, para que su alma se salve. Pero amor, lo que se dice amor… Quizá es sólo una excusa egoísta para protegerme y justificar el no querer hacerme responsable de mi vida y tener el valor de iniciar una relación, por el miedo a sufrir… Porque quizá aún no he comprendido –con el corazón-, que amar es dar sin esperar; y eso, señores, es egoísmo. Si me encierro en eso, proyecto eso y así ningún chico que valga la pena se me va a acercar. Porque un hombre inteligente (intelectual y emocionalmente) percibe ese obstáculo y prefiere evitarme, aunque le resulte atractiva. Yo misma me pongo las trampas y luego lloro cuando caigo en ellas… Repito de nuevo: ya llegué al límite; ya llegué al borde. No puedo seguir caminando. Ya es tiempo de usar mis alas y volar…

El sábado pasado (el profesor que nos da esa clase es un hombre divorciado de quizás 50 años, por allí; pero no me importa, me gusta mucho y sólo estoy esperando que termine el trimestre para decidir si entro al ataque) en una clase el tema fue “El Factor limitante”. Esto es una circunstancia que evita que los problemas se resuelvan. Se puede aplicar a cualquier ámbito de la vida. Es uno solo. Cuando se resuelve el Factor limitante, siempre quedan algunos problemas menores sueltos por aquí y por allá, pero son de más fácil resolución. Y descubrí que el factor limitante para mi relación no fue el hecho de que Juan Pablo haya preferido a sus amigos o me haya dicho tercermundista, ni que haya tenido una amante aún presente en su vida (aunque sea como amiga), ni de que sus amigos fuesen unos pesados conmigo, ni el hecho de que mi mamá no me apoyara, que estuviera enojada conmigo y atacándome por mi decisión, ni siquiera el hecho de haber estado deprimida y recibiendo “terapia” con el enemigo. El factor limitante estaba en mi cabeza y era este: la boda de mis sueños. Muchas mujeres soñamos desde muy chicas cómo nos gustaría que fuese nuestra boda. Y yo ya tenía planificado cómo quería la mía. Sin embargo, el estar sin trabajar (no podía ahorrar para preparar la boda), el hecho de que a JP no le importara demasiado la boda –de hecho, está contra el matrimonio-, pero sí quería fiesta, el hecho de sentirme poca cosa y “marcada” irremediable y permanentemente por la depresión, y la falta de apoyo de mi madre, influyó en la no-realización de la boda de mis sueños. Si no me hubiese importado la forma en que yo quería casarme, me habría casado en BCN sólo por lo civil, sin mi mamá presente (eso me partía el alma…), sólo con los padres y los amigos de él como testigos, con cualquier vestido y de cualquier forma. Un amigo mío se casó con una colombiana aquí, los papás de ella no estuvieron presentes. Fue una ceremonia por lo civil, súper sencilla. Dijeron que a finales del año se casarían por la iglesia en Colombia, y de eso ya han pasado 3 años, y eso que viven allá… Yo no quería eso para mí, pues la boda de mis sueños era algo importante. Es realmente chistoso venir a descubrir eso a estas alturas!! Nunca se lo dije a mi ex, porque hasta el sábado pasado me dí cuenta… ¿Se habría salvado la relación de haberse solucionado el Factor Limitante? No lo sé. Nunca lo sabré.

Si yo alegaba de lo que me sucedió con mi ex, pues a una compañera de trabajo le fue peor aún: se casó con un pedagogo, ella decidió que tendría hijos hasta terminar la residencia de Obstetricia, en el último año de la residencia le diagnosticaron lupus. Le tuvieron que dar quimioterapia. El esposo le dijo que como él trabajaba, no podía cuidarla así que fueron sus padres y su hermano mayor quienes la cuidaron durante ese tiempo. El esposo tenía una empresa que ella le había ayudado a poner. Se recuperó de esa crisis y 6 meses después su papá murió. En el funeral todos miraban a su esposo con ojos de cólera y ella averiguó por qué: el tenía otra mujer y dos hijos de 3 y 2 años. Mientras ella hacía la residencia, se desvelaba haciendo turnos y todo, él andaba con otra y hasta una familia creó. Después de que su papá murió, ella empeoró del lupus y una tarde, él llegó por su ropa, se dio la vuelta y se fue sin despedirse ni nada. Desde entonces, jamás ha vuelto a saber de él. Un año después murió la mamá de mi compañera. Y ahora hay un arquitecto que la pretende, pero ella no confía y tiene mucho miedo de que le vuelvan a hacer daño. Él la quiere mucho y le dice que el ex esposo es el hombre más idiota del mundo por no haberla amado y no haberla valorado, que él no es igual pero le está tocando pagar los platos rotos del otro tipejo. Es difícil. Yo la comprendo perfectamente, pero le digo que se anime, que le dé tiempo al tiempo y si él realmente la ama, la va a esperar y la va a comprender. Y que no hay garantías de nada. Amar es un riesgo. Igual que vivir. Pero, qué es la vida sin amor? Por eso, hay que tener un Coper junto a una!! =) =) =)
No, fuera de bromas, ya sé que yo debo aplicarme a mí misma lo que he aconsejado…

En fin, ha sido una semana de descubrimientos, empoderamiento, liberación y alegría. Las cosas van a cambiar para mejor. Lo presiento. Y tengo fe. Dios me ama. No estoy sola. Al fin lo he comprendido… Con el corazón. Namasté.

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