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Sentimientos, reflexiones, historias y opiniones del viaje que es la vida.

julio 27, 2004

Calla o tu lengua te ensordecerá. Proverbio Siux 

10.07.04 Jirafa primitiva

El sentido más antiguo, más primitivo que tenemos es el olfato. Con un aroma podemos remontarnos hasta nuestros primeros recuerdos. Con la edad se van muriendo las neuronas olfativas poco a poco. Por eso las personas mayores no le sienten sabor a la comida (y por la atrofia de papilas y la deficiencia de zinc en ocasiones), pues se necesita del olfato para poder saborear los alimentos. Y en mi caso, y el caso de otra chica cuyo artículo leí ayer en un periódico feminista llamado “La Cuerda” (y quizá de otras más a quienes yo no conozco), el olfato nos sirve para enamorarnos…

            Le he gustado a algunos chicos, me han gustado algunos chicos, he salido con otros, he buscado (infructuosamente hasta el momento) al príncipe besando sapos. Pero sólo me he enamorado dos veces. Recuerdo a un chico muy lindo reversible (por dentro y por fuera), a quien yo le gustaba y que me gustaba, pero no había “eso” (magia, chispa, química, como se le quiera llamar). Siempre me pregunté qué era lo que pasaba, pues mis amigas me decían (y con razón) que era un buen chico, que me pusiera “pilas” con él. Pero la idea nunca terminó de convencerme y hoy el chico es un feliz padre de familia. Este año descubrí lo que sucedía: no me atraía su olor. No me disgustaba, pero no me atraía. Y luego, ni hablar de las veces en que he salido con un chico cuyo olor de plano no me agrada. ¿A qué me refiero con el olor? No es a que sea limpio o use tal o cual perfume. No sé si es a nivel de feromonas, no lo sé. Es el olor sui generis de las personas. Las únicas dos veces que me he enamorado ha sido porque el olor del chico me gustaba. No sé si era recíproco. Quizá no porque de lo contrario no estaría más sola que la una, como estoy actualmente. Creo que al final y a pesar de las apariencias (sobre todo en el segundo caso, pues aparentemente era recíproco pero no: fue sólo una ilusión, una performance, una buena actuación –realmente merece el Oscar-), en ambos casos fue un amor platónico el mío. Así que ahora, además de todo lo demás (cualidades), he de guiarme por mi nariz. Ya lo decía Sam el tucán de Kellogg’s: “Sigue tu nariz y serás feliz”. ¡Como si no fuera ya suficientemente complicado sólo así!  En fin! Dejaré que mi nariz me guíe. Y hablando de recuerdos… mi abuelita cumpliría 96 años mañana… Cómo la extraño! Feliz cumpleaños con mucho cariño, Lita. Namaste.

 
13.07.04Jirafa cínica

 
ANUNCIO

¿Ya ha pensado qué hacer en sus vacaciones de verano? ¿Aburrido de ir siempre a los mismos lugares paradisíacos? ¿Cansado de su universo seguro, estable, ordenado y predecible? ¿Le gustaría vivir una verdadera aventura? En Costa Rica ofrecen pseudo- aventura, no se deje engañar. Trepar árboles amarrado con arneses o hacer rafting no es nada en comparación a las vacaciones que le proponemos.

Visite este país. Encontrará aventura sin igual. Si le gusta el riesgo, suba a un bus urbano por la tarde o la noche. ¿Será asaltado? ¿Lo encañonarán con un arma? ¿Le dispararán a alguien? La incertidumbre de saber si llegará vivo a su destino le hará sentir descargas enormes de adrenalina que activarán todo su cuerpo. Si le gusta el turismo cultural puede visitar las ruinas mayas que hay diseminadas por toda la geografía patria. En el viaje puede encontrar grupos de ex patrulleros de autodefensa civil, campesinos reclutados en tiempo de guerra para defender a sus comunidades de la guerrilla, que ahora exigen –cerrando las carreteras- ser indemnizados por los servicios prestados a la patria (algunos arrasando a comunidades vecinas). Eso puede alargar la duración del viaje. Si desea conocer la cultura viva, puede asistir a alguno de los linchamientos, comunes en pueblos indígenas. Aunque ahora lamentablemente se ha reducido su número debido a la acción alevosa de la Procuraduría de Derechos Humanos. Como parte del folklore, puede observar a personas en barrios marginales o en el área rural, subsistiendo en casas de paja, cartones y/o lámina de zinc, haciendo dieta permanente y jugando a ser fakires; con niñas de cinco años llevando en hombros al hermanito de dos y niños maltratados que huyeron a las calles y se integran de forma sorprendente al paisaje urbano prostituyéndose, tragando fuego, inhalando pegamento o trabajando de carteristas o limpiabotas. Las pandillas (maras) son una historia aparte. Si quiere visitar algo diferente al zoológico, pida permiso para entrar a la cárcel de la zona 18 en donde encontrará a un reo enjaulado, literalmente hablando. Y en cualquier fecha que viaje, puede tener la oportunidad de estar cerca o de ver a través de tele noticieros, en vivo y a todo color alguno de los muchos hallazgos de asesinatos que a diario se cometen, contra hombres, niños y mujeres, incluso contra embarazadas y menores de 15 años. Hay de todo: ahorcadas, baleadas, acuchilladas, mutiladas, decapitadas, degolladas, incluso se encontró una niña sin vísceras; y por supuesto, la mayoría han sido violadas y torturadas antes de ser asesinadas. Hollywood se queda corto en cuanto a invenciones macabras para dañar a otro ser humano, búsqueda de protagonismo psicopático o historias de terror. Las técnicas aprendidas para torturar durante la guerra de guerrillas, aún están vigentes. Y si le gusta la naturaleza, las montañas, los animales, los lagos, venga pronto porque después de que se apruebe el TLC en Estados Unidos, puede ser que a alguna compañía del Norte se le ocurra venir a realizar explotaciones mineras, madereras o de fauna exótica, y arrase con lo que encuentre sin que el gobierno o el pueblo tenga derecho a decir nada, pues así fue aprobado: pérdida de soberanía ante las empresas extranjeras. Y si se quiere olvidar de todo eso y pasar un buen rato, hay lujosos hoteles y modernos centros comerciales, spas para relajarse, conciertos, museos y si le hace a la pederastría, hasta prostitución infantil encuentra por aquí. Es una oferta variada que no lo dejará aburrirse ni un minuto. ¿Quiere unas vacaciones extremas? ¡Visítenos!

***

Conversación escuchada en el bus entre un niño de 7-8 años y su padre (ambos, de condición económico-educativa baja por lo observado y el vocabulario utilizado):
-         ¿Por qué hay tanta “trabazón” (atascamiento de tránsito), pa’?
-         No sé m’hijo.
-         Seguro mataron a un ayudante de camioneta!! Le han de haber disparado así: “pum, pum” y quedó lleno de sangre… Así como el muchacho aquel que balearon cerca de la casa, el de hace poco, verdá?
-         Talvez… Ya es tarde
-         ¿Dónde está? No hay ambulancias… ¡No veo la sangre! –con voz desilusionada – no, no hay muertos… ¿Y entonces por qué tanta trabazón?
-         ¡A saber!

Suena horrible y ante ese panorama creo que a ningún ser humano que aprecie su vida y tenga dos dedos de frente, se le ocurriría visitar o vivir en Guatemala (Siempre he pensado que deberíamos cambiar el nombre a este país. El “mala” tiene una connotación negativa).  Sin embargo, aquí convivimos casi doce millones de almas. Pareciera África en plena guerra, pero no, no es África. Y no es tan violento como parece desde afuera, o como lo pintan las noticias. Hay regiones del país y sectores de la ciudad más seguros. Si he sonado tan cínica y suelo ser tan negativa, es porque no puedo seguir sufriendo ante lo ineludible. No es sano para mí vivir sufriendo ante tantas cosas que no puedo evitar ni cambiar. He de protegerme. Y vivir cada día como si fuera el último, porque una nunca sabe… ¿Pero el ser cínica, indiferente o negativa, me protege de algo? ¿Realmente funciona?

Un psiquiatra encargado de la liga de higiene mental explicaba que los guatemaltecos se han vuelto indiferentes ante la muerte y la violencia tras tantos siglos de dominación violenta, y como mecanismo de supervivencia, pues nadie puede vivir permanentemente en el dolor, enfrentando las pérdidas y la impotencia que dejan las acciones violentas de todo tipo que a diario suceden en el país. Y no sólo en el país, que los niveles de violencia están casi igual en toda Latinoamérica, hasta en Chile. Siento que el narcotráfico tiene mucho que ver en ello. Siento que hemos llegado a un estado de desesperanza aprendida…

Lo curioso es que he leído en varias ocasiones que el número de muertes violentas, asaltos y fechorías no ha aumentado demasiado en los últimos tres o cuatro años. Entonces me pregunto: ¿Es la publicidad a todas esas atrocidades y la cobertura periodística diaria una estrategia para inducir un estado de inseguridad y miedo en la población? ¿Es una estrategia de los narcotraficantes para que las personas se desesperen y pidan a gritos un dictador que imponga la paz del cementerio para, mientras tanto, aliarse los narcotraficantes con quien detente el poder para tener el terreno libre y hacer lo que les dé la gana? ¿Estamos a las puertas de nuevas dictaduras latinoamericanas ya no con fines pseudo políticos e ideológicos sino narco-económicos? Es preocupante, realmente. En un país con la mayor brecha de desigualdad en la distribución de los recursos, en toda Latinoamérica, en donde el consumismo es el modus vivendi y la señal de éxito es tener un lexus, un jaguar, teatro en casa, varias mansiones y viajes frecuentes a Estados Unidos, para hacer “shopping” o pasear en Disney mientras hay niños muriendo de hambre (literalmente). Todo este lujo, este derroche de una minoría de la población es como una bofetada para el 80% de la población que vive en la pobreza, el hambre y la ignorancia; en la miseria, vamos, que si alguien no tiene alimento ni físico, ni intelectual, ni emocional ni espiritual suficiente y de buena calidad, está en la miseria. Esa gran brecha crea resentimiento y es un caldo de cultivo para que prolifere el tráfico ilegal de armas, drogas, niños, personas, la violencia social, las pandillas juveniles delictivas, los carteles de la droga y la violencia derivada de esa mezcla explosiva. ¿Hay solución ante esta situación? ¿Cuál o cuáles son las soluciones?

Por cierto, en un artículo escrito por Rosa Montero me he enterado de que la violencia doméstica hacia la mujer y el asesinato de mujeres por sus cónyuges, parejas, amantes o convivientes en Europa, es mayor en los países nórdicos. Me pareció increíble. Tenía el prejuicio (porque es un prejuicio… así de simple) de que había más violencia doméstica en España, Italia, los países del este de Europa… Me equivoqué. No es ningún consuelo, por cierto, saber que en todo el mundo, las mujeres sigan siendo vistas como objetos que se pueden manipular, poseer, golpear e incluso asesinar. En unos países más que en otros, pero al final, todo es lo mismo. Si yo fuese Dios, hace siglos que habría abandonado a estas criaturas y me habría marchado a otro universo más benévolo, más a lo Disney o a lo Barney (ja, ja, ja… algo así sería muy aburrido!). Sería bueno que nos viésemos amenazados con una invasión extraterrestre, para ver si así nos unimos como especie y dejamos de armarnos los unos contra los otros. Aunque igual, nos uniríamos para pelear contra alguien… ¿Es que somos tan violentos por naturaleza los seres humanos? ¿No nos podemos unir en amor y armonía? Al parecer es muy utópico. Quizá en el fondo somos como gallos o leones marinos o leones: seres territoriales que no soportan a otros seres similares, a la competencia cerca. Y vuelvo a lo mismo: sólo el autoconocimiento, la consciencia, la solidaridad  y el amor nos pueden salvar.  Y por supuesto, la educación, la reinserción social, la honestidad y la capacidad de seleccionar los elementos de la cultura que son beneficiosos para conservarlos y fomentarlos, e ir eliminando los perjudiciales. También sería ideal una mejor distribución de la tierra, que los impuestos realmente se pagaran y se invirtieran en los proyectos más urgentes a corto y largo plazo (Educación!!) y se introdujera tecnología en las comunidades, para que se abran al mundo y expandan sus horizontes. Namaste.

 

15.07.04 Jirafa reflexiva I

Revisando unos libros de texto, para dar una conferencia, encontré varios separadores, marcadores de libro o puntos de lectura, como se les quiera llamar. Me hicieron regresar al pasado. Y me hicieron pensar mucho acerca de lo que estoy haciendo con mi vida. Si una no decide, la vida decide por una.  Y al final, creo que es mejor aprender de los errores, tirarse al agua y hacer lo que dicta el alma que no haber hecho, no haber arriesgado nada.  La vida son tres patadas… ¿Qué estoy esperando? ¿Por qué el miedo? ¿Cuándo voy a empezar? Mientras tanto, la vida pasa.

Y estuve pensando en otra cosa: No hay que dejar que se ensombrezca la vida por los días grises. A pesar de la fotosensibilidad emocional. Hay que ser más fuerte que ello pues de lo contrario, significa que aún hay regiones de sombra tan grandes que pueden entorpecer la luz y la visión de la realidad. Y eso ya no puede ser. ¿Qué pasaría si tuviera que vivir en, digamos, Holanda o Bélgica? Claro que buscaría luz, pero no sólo afuera en un Light book sino adentro, en mi interior, que al final es la más importante. Siempre habrá regiones de sombra, pero no hay que dejar que ensombrezcan el resto del paisaje. La negatividad es un muro de defensa ante tanto dolor, mas no quiero vivir encerrada. No sirve de nada. La vida es como es, y en mayor o menor grado, este es, ha sido y será un mundo violento mientras no trascendamos. Y no hablo de una trascendencia de ultratumba, sino de trascender nuestros prejuicios, nuestros miedos, nuestro desconocimiento de nosotros mismos y la realidad humana, nuestro egoísmo. A pesar de todo, tengo fe. Fe en mí, en los otros, en la vida y la humanidad. A veces es bueno recostarse y dejarse llevar por la Fuerza invisible que origina la vida y  hacerlo con fe. Hoy es un buen día para ello. Y un buen día para vivir. Namaste.

 
21.07.04 Jirafa reflexiva II

El tiempo pasa. Lo va cambiando, atenuando, alejando todo… Ayer 20, hace ocho años, a las dos de la tarde, vi a mi padre vivo por última vez. Cuando se alejó ese día, nunca creí que era para siempre. Estuve pensando en él todo el día. Cómo lo extraño. Sin embargo ayer no pude extrañarlo a gusto pues estuve ocupada desde las seis de la mañana hasta las once de la noche, trabajando y haciendo una presentación del trabajo con una amiga. Pero hoy, puedo cantar con mi amigo, el iconoclasta Sabina una de sus canciones, que junto a “Esta boca es mía”, le cantaba a mi padre cuando recién había dejado este mundo: “ Incluso en estos tiempos/ en los que soy feliz de otra manera/ todos los días tengo recaídas/ y aunque quiero olvidarte se me olvida que no puedo olvidarte/ Y se iría el dolor mucho más lejos/ Si no estuvieras dentro de mi alma/ si no te parecieras al fantasma/ Que habita en los espejos…/”. ES una paráfrasis, porque la letra no es exactamente así. A veces, nos hemos encontrado a amigos o amigas de mi padre, y me dicen que cómo me parezco a él. Quizá un poco (mi hermano se parece más). Lamento que el machismo nos haya alejado tanto (porque yo no toleraba su machismo). Habríamos podido pasar menos tiempo discutiendo. Quizá en otra vida… Si algo así existe. Yo siento que sí, no sé cómo será, pero siento que sí hay algo más. Recuerda que te recuerdo, padre. Y te amo. Ojalá estés orgulloso de mí, tal como yo lo estoy (de ti y de mi). Tu ausencia ahora duele menos que antes, pero… Hacés falta. Siempre hacés falta…

But, such is life. Y la vida continúa… Cambiando de tema, estaba desactualizada de música. He incorporado nuevos grupos a mis favoritos; es muy aventurado decir que me gustan, con sólo una canción, pero me gustó el estilo de ellos: Evanescence, The Rasmus (me recordó a The Cure), Avril Lavigne (Creí que ella era como la Britney Spears, pero no, nada que ver). Black eyed peas (raro que me guste el hip hop, no es mi estilo, pero una que otra canción de ellos está bien).

Una amiga recién casada me contaba de su nueva vida: de la montaña de ropa por planchar que tiene y de cómo anda corriendo para tener la casa pulcra, ir al trabajo y trabajar en su tesis de grado. ¿Para eso se casó? ¿Dónde está la igualdad y la repartición equitativa de las tareas domésticas? ¿Por qué creen los hombres –en su mayoría, hay excepciones- que las mujeres estamos genéticamente predeterminadas para hacer las tareas domésticas y que encima, nos encanta? Creo que son tan orgásmicas para las mujeres, como para los hombres.  No sé, eso de las bodas… Nunca creí que lo diría, pero cada vez me parecen más tontas. No niego lo romántico que es declarar tu amor por otra persona y comprometerse públicamente (sin tocar el lado práctico y preventivo que ese trámite legal implica), pero no sé. Es algo irreal. Flores, tela a montones, luces, cámara, acción: una performance. Eso es. La realidad es el día a día: las montañas de ropa por lavar y planchar, las comidas por preparar y los trastos por lavar… Y yo, lo reconozco, no tengo vocación de ama de casa. Si puedo pagar, lo hago de mil amores (urge una Robotina, como la de los supersónicos). Me gusta cocinar, pero ya todos los días uuuggghhh! Me aburre! Estando sola me hago una ensalada con diversos vegetales y queso, y ya. Además, no preparo carne. Me rehúso. Pobres animalitos… A lo más que llego es a filetes de pollo y pescado, porque no tienen forma y pienso que es otra cosa. Realmente eso de no comer carne (sólo de vez en cuando, y filetes de pollo o pescado, solamente –los embutidos, de pollo o pavo, los evito porque tienen mucha sal, nitritos, nitratos, etc… no son saludables- , no como carne de mamíferos) es una limitante para iniciar una vida en pareja, cuando somos tan pocas las personas que no comemos carne. Y lo usual es que el esposo pretenda que la esposa cocine el 100% del tiempo. Una cocinera les vendría mejor… Ah, pero está también la cuestión del sexo! Se me olvidaba! Siempre recordaré a la señora que llegó diciendo a la clínica: “Doctora, por qué será que me duele cuando mi esposo me usa?”  ¡Me usa! Más claro no puede estar: asumir la condición de objeto de placer del otro. Sujeto pasivo ante su propia vida y su propio placer (desconoce que eso exista). Realmente patético. Sobretodo porque es la realidad de miles de mujeres en el mundo.

Lo de las bodas surgió por lo que mi amiga me contó y por un suplemento que salió hoy en el periódico. “El día más importante de tu vida “, “El momento más importante de tu vida merece que hasta el último detalle sea exquisito”… ¿Pero por qué es el día más importante de la vida de una mujer? ¡Uy! Si alguien me hubiese dicho que yo pensaría/sentiría de esta forma, me habría reído en su cara. Porque no, no creo que la boda sea el día o el momento más importante de la vida de nadie. Es un momento. Un momento que no vuelve, como cualquier otro. Claro que es importante, de alguna manera. Porque eliges pareja permanente (esa es la idea). Pero no el más importante. Darle demasiado valor a los momentos sólo causa sufrimiento, si las cosas se rompen. En todo caso, que sean importantes los momentos que dependen de una misma. Pero los que dependen de segundas o terceras personas… ¡por favor! Y luego está todo el atrezzo que se necesita para una boda. Un dineral!! Tengo una prima en San Francisco que no se anima a casarse porque aún no reúnen todo el dinero que necesitan para la boda. Creo que lo mejor es hacer participaciones de boda (para contarle a quien quieras que te has casado –o te han cazado- después de haberlo hecho). Cero bolas.

Otro impedimento que tengo es mi incapacidad para entender las bromas. Peor las de mal gusto o las cínicas. Ejemplo: ayer llegó una paciente con problemas psiquiátricos y se lo comenté a una persona. Ella me dijo que lo mejor ere dejarla morir o internarla “en el manicomio” (sic), y de paso, realizar una obra de caridad, haciendo lo mismo que hicieron en ese lugar a principios de los ’60: darle fuego. De alguna manera esa broma me recordó a Hitler. O las bromas que escuché en España respecto a “que se mueran los viejos de los asilos, que hay que dejar lugar y total, están gastando oxígeno por gusto”. Yo, la verdad, no le veo la gracia a ninguna de esas dos bromitas. Si esa “loca” o esa anciana de asilo fuesen las madres de las personas que dijeron esas bromas, ¿les parecería gracioso? No lo sé, de repente sí. Cada persona es un mundo. Por eso, y por otros motivos sospecho que sólo iré a las bodas como invitada. ¿Casarme yo???????????? ……………  Prefiero no pronunciarme al respecto. Siendo honesta, quizá digo todo esto de las bodas porque es una forma de protegerme ante el hecho, la certeza de saber que yo no me he de casar. Sin embargo, me gustaría que existiera junto a mí alguien a quien amar (en plan de pareja, digo). No por no estar sola, que disfruto mi soledad (aunque a veces, pesa). No por huir, por no quedarme solterona ni por “completarme”, no para cumplir socialmente o “realizarme” como mujer… Sólo porque quiero amar a alguien. Sí. Soy contradictoria. Y eso que estoy consciente de que es un riesgo, que nunca se llega a conocer a nadie totalmente, que creer en otra persona no es lo importante sino creer en una misma, que no hay garantías de nada. En fin! Que sea la Voluntad de Dios. El Destino. Lo que tenga que ser. Serendipity?

Mientras tanto, puedo seguir amando. Total, el amor no es algo exclusivo de las  parejas. Lo ideal sería poder amar a toda la humanidad, incluso a pacientes como las que llegaron hoy… Pero me cuesta. Y creo que es por el ego. El ego es uno de los principales impedimentos para que surja el amor. Si me dicen algo que me ofende, que me lastima las emociones, el ego, entonces me pongo a la defensiva (“nadie me va a tratar así”; “nadie me va a decir eso  A MÍ”), y reaccionamos desde la ira, el temor, la indiferencia. Se nos cierran los ojos del corazón y somos incapaces de ver en esa persona un ser atormentado, amargado, que no puede manejar sus sufrimientos y anda derramando su veneno en quien lo permite… que necesita afecto y está desesperado. Fue absurdo enojarme. Totalmente absurdo. No se trata de dejar que pasen sobre una sino de no recibir la ira de los otros y engancharse a ello. Es todo un reto.

Si les dijera a mis amig@s que les amo tanto como a mi perro, se ofenderían. Creo que sólo quien ama a sus mascotas puede comprender lo que digo. Mi perro es un amigo mío; canino, pero amigo. Tan amigo como mis otras amistades, aunque no pueda hablar. Pero es que les quiero mucho a tod@s. El problema es que a veces los chicos lo interpretan de otra forma. Pero realmente, es problema de ellos, no mío.   ¿Es tan mala idea decir a mis amigos hombres que soy monja o lesbiana? ¿Dónde está lo malo? Me libraría  de malas interpretaciones. Estaría más tranquila. Y total, que piensen lo que quieran. Mi hermano dice que el problema sería que si un chico me gusta y le gusto, y se entera de eso, obviamente no se va a acercar a mí. O podría empezar a ser cortejada por lesbianas, estaría saliendo de las llamas para caer a las brasas. Sí, quizá sería un problema, luego no me creerían que no lo soy… Tengo que aprender a manejar esa complicación de otra forma que no sea huir. Porque esta diz que solución es huir, evadir, esconderse… Y no quiero eso. Las cosas hay que enfrentarlas. Al toro, por los cuernos. Decir “no, gracias” y punto.

Silencio. Silencio. Silencio. Necesito aprender a ser más silenciosa. Urgentemente. Hablar menos y oír más. “Escucha o tu lengua te ensordecerá”.  Es un dicho Siux. Namaste.

 
22.07.04 Jirafa amorosa

Siguiendo el tema del amor… una amiga me decía que ella no cree que el amor dure para siempre. ¿Es eterno el amor? ¿Nos referimos con “eterno”, al promedio de vida de un ser humano? ¿O a toda la eternidad? ¿Se puede amar una idea, una abstracción, lo no material? ¿O el amor sólo se puede dirigir a un objeto o sujeto material? Yo creo que el amor puede durar toda la vida. No sé si pueda ser eterno porque no sé qué es la eternidad. Si la eternidad es el aquí y el ahora, es eterno. Si es lo que dura una vida, también lo es. Un problema al enamorarse es que además de amar, se desea. El deseo es la principal fuente del sufrimiento. El amor pasional es posesivo, desea hacer su voluntad. Y es pasajero también. Siento que se puede amar tanto lo que tiene materia, como lo que no la tiene. Si me preguntan dónde está Dios, iría a uno de tantos lugares de mi país en donde hay mucha flora y fauna. O me quedaría de pie en una calle cualquiera, de cualquier ciudad. Es maravilloso. ¿Cómo no amarlo? Así como no puedo dejar de amar a mi perro, a mi familia o a mis amig@s. Simplemente por ser lo que son. Por existir. Por estar allí. No he dejado de amar a mi padre, aunque hace ocho años no lo veo. Ni a mi abuelita. Ni a amigos con los que he perdido contacto. Ni a mis primas que viven desde pequeñas en otro país. No he dejado de sentir cariño por los chicos con los que salí. Ni por mis ex. Quizá nadie me entienda… No importa. No creo hacerle mal a mí ni a nadie, por profesar amor a otras personas, incluso a quienes no me quieren o me han olvidado. Quizás parezca tonto, pero, ¿por qué no hacerlo? ¿por qué no orar por el bien de esas personas y de toda la humanidad? Lo triste es que a veces me cuesta sentir afecto, cariño, compasión por los pacientes difíciles o por las personas que obstruyen con sus ventas ambulantes la salida de la colonia donde vivo.. Se me olvida que son personas que sufren, enfermas, que necesitan afecto, que hacen lo que pueden; pierdo la paciencia. Y entonces, de qué sirve decir que amo, si no amo de verdad? Mejor me callo.

Un corazón compasivo. Una consciencia despierta. Es lo único que pido para mí. Entendiendo como compasión la ternura que despierta en nosotros el sufrimiento de otras personas, no la lástima. Porque si algo nos une a todos los seres humanos en todo mundo, sin importar condición social, nivel de desarrollo del país, color de piel, género, preferencias sexuales, ni nada son dos cosas, o mejor dicho tres: la certeza de la muerte (y los sentimientos y creencias derivados de este hecho), el deseo de ser felices o de vivir tranquilos y el sufrimiento. Todos vamos a morir; es lo único seguro que tenemos desde que nacemos. Todos queremos vivir tranquilos y/o felices (según el concepto cultural particular que existe en cada sitio acerca de qué es la felicidad o la tranquilidad). Y todos los seres humanos sufrimos de una u otra manera. Incluso los esquizofrénicos y psicóticos sufren, pues muchos de ellos tienen visiones horribles, que los atormentan. A veces pienso que igual nos pasa a nosotros, los que estamos en contacto con la “realidad”.  Las filosofías han tratado con ese tema desde sus inicios. En el cristianismo, se intenta dar sentido al sufrimiento personal al ofrecerlo por el bien de otras personas, o al intentar depositarlo en las manos de Dios, para que no pese en la propia alma. En el budismo, el sufrimiento se enfrenta asumiendo su existencia y eliminando las causas que lo provocan. Imagino que en otras filosofías tienen diversas formas de enfrentarlo o manejarlo. Yo sólo sé un poco (muy poco, dicho sea de paso) de las que mencioné. Y por medio de la terapia psicológica se le trata de buscar sentido, ubicarlo en perspectiva, aprender de él y dejarlo ir sin que haga daño. Al final lo importante es que cada persona necesita buscar lo que le funciona a sí misma;  a mí me ha servido una combinación de las tres anteriores. Evadirlo usualmente no funciona. Le da más fuerza. Si tan sólo comprendiéramos que todos, de una u otra forma, en mayor o menor grado, tarde o temprano sufrimos, seríamos más compasivos unos con los otros. Callaríamos más. Juzgaríamos menos. Seríamos capaces de perdonar y de amar. Pelearíamos menos entre nosotros. Y no estoy hablando de pretender vivir en un mundo estilo Walt Disney, que problemas siempre habrá o no estaríamos vivos. 

Por cierto, aunque antes, lo reconozco, me burlaba, comprendo al fin por qué las monjas se casan con Jesús; claro, es una metáfora. Siento que es porque quieren un esposo que no les fallará, en quien puedan confiar totalmente, en quien puedan creer ciegamente, que valore el amor que se le da y que sea  capaz de amar. Quieren certeza en su amor. Y ojo, que no hablo de vidas fáciles, sin sufrimiento, pues insisto que el sufrimiento es parte de la vida (quizá haya quien sufra porque se le rompió la uña de su manicure recién hecha, porque no encontró el color de vestido que buscaba o porque gana un millón menos que Bill Gates, nevermind). ¿Quiero yo certezas? Lo que quiero es simplemente amar y ser útil; utilizar al máximo los dones que me han sido dados (todos tenemos dones, habilidades innatas que nos gustan mucho y nos hacen sentir el trabajo como un juego, si las desarrollamos y nos dedicamos a ello con pasión, en cuerpo y alma). Nada más. ¿Es la búsqueda de certezas una forma de evadir la realidad? ¿De esconderse? Quizás un poco. ¿Quiero esconderme? Pues la vida afuera tampoco es un lecho de rosas. Ni adentro tampoco. He oído historias de horror de la vida en conventos y hermandades religiosas. He de meditarlo. Ya veré qué decido.

Hoy me siento un poco cansada. He estado enferma. Estaba feliz porque había mejorado en mi estado de salud. No debí haber cantado victoria antes de tiempo (esta es una de las tantas razones por las cuales digo que necesito silenciarme, aprender a callar).  Creí que había subido el recuento de blancos, pero no. Los análisis de laboratorio no han mejorado y aunque los ganglios habían reducido su tamaño casi en 80%, han vuelto a crecer, ahora sin dolor… Lo más probable es que necesite biopsias y a saber qué más. No me hace ilusión pero ni modo, hay que hacerle ganas y seguir adelante.  Primero Dios no es nada… (Cruzo los dedos). Namaste.

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